Los Dodgers de Los Ángeles anunciaron la donación de un millón de dólares para ayudar a familias de inmigrantes afectadas por las recientes redadas migratorias en el sur de California. Esta medida se produce tras dos semanas de tensión en la región y en respuesta a un creciente clamor público, especialmente de su base de fanáticos latinos.
La organización también indicó que establecerá alianzas con la Fundación Comunitaria de California, la Federación de Trabajadores del Condado de Los Ángeles y otras entidades para garantizar que la ayuda llegue a quienes más lo necesitan.
"Lo que está sucediendo en Los Ángeles ha resonado entre miles y miles de personas, y hemos escuchado los llamados para que asumamos un papel de liderazgo en nombre de los afectados", declaró Stan Kasten, presidente de los Dodgers.
“Creemos que al comprometer recursos y emprender acciones, continuaremos apoyando y alentando a las comunidades del Gran Los Ángeles”. Aunque el comunicado del equipo evita términos políticos directos, deja claro su posicionamiento a favor de las comunidades inmigrantes al señalar que la ayuda irá destinada a “familias de inmigrantes afectadas por los eventos recientes en la región”.
La respuesta del equipo ha sido elogiada tanto por autoridades como por voces relevantes en la ciudad. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, celebró el compromiso: "Estas últimas semanas han deparado oleadas de miedo a través de cada vecindario y han tenido un impacto directo en nuestra economía. Nos mantendremos unidos durante este tiempo y no nos daremos la espalda unos a otros".
En redes sociales, el congresista Jimmy Gómez también instó al equipo a no guardar silencio ante la crisis: “No decir nada no solo es decepcionante, es una traición y un insulto”.
Momentos de tensión en el Dodger Stadium se vivieron este jueves cuando agentes federales fueron vistos reunidos en un estacionamiento cercano a la Puerta E. Al poco tiempo, un grupo de manifestantes llegó con carteles contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), lo que obligó a la retirada de los agentes. Según fuentes del equipo, se pidió expresamente a los federales que abandonaran el lugar.
El manager de los Dodgers, Dave Roberts, respaldó públicamente la decisión de la organización, afirmando que “es lo correcto” y expresó confianza en que los fondos serán bien administrados. Mientras tanto, algunas figuras del equipo han manifestado su postura crítica. El pelotero boricua Kiké Hernández usó sus redes sociales para condenar las redadas y el legendario locutor Jaime Jarrín, retirado en 2022, también se pronunció en contra de las acciones federales.
La decisión de los Dodgers va más allá del deporte: reafirma su vínculo con la comunidad que los ha sostenido durante generaciones. En una ciudad donde el 36% de los residentes son inmigrantes y casi el 40% de su afición es latina, el gesto representa más que una donación: es una declaración de principios en un momento en que el silencio es, para muchos, inadmisible.
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