El cineasta cubano Carlos Lechuga, radicado en España, criticó la falta de denuncia y condena ante los lamentables y recientes hechos en la isla, entre ellos, el hundimiento de una lancha en Bahía Honda y la celebración de Halloween con vestimentas del Ku Klux Klan en Holguín.
En sus redes sociales, este lunes, el artista expresó su “tristeza e impotencia con las noticias de Cuba”. “Mientras más grave es lo que hace la dictadura, menos se habla de eso”, aseguró en Instagram.
“La guardia costera de Cuba mata a cinco seres humanos y no pasa nada. La gente habla de lo del KKK como si no fuera algo muy serio”, dijo sobre los dos hechos antes mencionados y que trascendieran durante el fin de semana.
De igual modo, llamó la atención sobre los negocios que mantienen el régimen con empresarios fuera de la isla, a costa del sufrimiento del pueblo. “Ya puedes hacer tus servicios consulares por una plataforma que se enriquece con el sudor, las lágrimas y la sangre de los cubanos”, dijo, aparentemente refiriéndose a las ofertas de negocios como Katapulk, del cubanoamericano Hugo Cancio.
“La farsa, la opereta, la locura y millones de vidas en juego. Nadie parece ver las señales. Sálvese quien pueda. Dolor profundo. Repito todos somos culpables por permitir tanto atropello a la cara. A la cara del cubano...Mucha memoria para recordar a los sing*** sangrientos y a los de cuello blanco”, concluyó.
El sábado, el Ministerio del Interior de Cuba confirmó la muerte de cinco cubanos, incluyendo una niña, en un presunto enfrentamiento de una lancha que intentaba salir ilegalmente del país con otra embarcación de Guardafronteras, las cuales habrían colisionado.
Un día después, causaba polémica en redes sociales las imágenes de un grupo de jóvenes en Holguín que salió a la calle disfrazados con atuendos del Ku-Klux-Klan aparentemente por las celebraciones de Halloween.
Por otra parte, la plataforma Katapulk ha sido duramente criticada por el exilio cubano, con acusaciones de obtener ganancias a partir de las disímiles necesidades de los habitantes de la isla, que en muchas ocasiones deben cubrir sus familiares en el extranjero.
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