La polémica sobre los vínculos de la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, con la dictadura cubana ha cobrado fuerza en las últimas semanas. Lo que antes eran rumores se confirma con hechos documentados: Bass no solo elogia públicamente a Fidel Castro, sino que también ha viajado de manera oficial a Cuba y se ha reunido con altos funcionarios del régimen comunista.
En enero de 2018, Karen Bass formó parte de una delegación bipartidista del Congreso de Estados Unidos que visitó La Habana. La acompañaban la congresista Barbara Lee (D‑California) y el congresista Roger Marshall (R‑Kansas).
Durante este viaje, Bass sostuvo reuniones con el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla y con otros funcionarios de los ministerios de Salud y Agricultura. También visitó la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), un conocido instrumento diplomático del castrismo.
"Según reportes del propio Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Bass y Lee abogaron por proyectos orientados a levantar el embargo estadounidense contra la Isla, alineándose con los intereses estratégicos del régimen comunista".
Además, fue revelado que Bass ya había visitado Cuba en anteriores ocasiones como parte del Caucus Negro del Congreso, evidenciando una relación sostenida con la diplomacia castrista.
"No se trató de un simple viaje turístico. Bass se reunió directamente con figuras clave del gobierno cubano y promovió desde el Congreso iniciativas legislativas destinadas a debilitar las sanciones económicas contra la dictadura." Estos hechos, lejos de ser aislados, forman un patrón de simpatía y respaldo al régimen cubano.
Surge entonces una pregunta legítima: ¿puede una alcaldesa con vínculos ideológicos y diplomáticos con una dictadura influir en la política local de manera imparcial? La respuesta no es trivial.
Los ciudadanos de Los Ángeles tienen el derecho a cuestionar si estas relaciones internacionales afectan la independencia política de su alcaldesa.
Los vínculos de Karen Bass con la dictadura cubana ya no son meras sospechas, sino hechos corroborados. La transparencia es esencial en una democracia,y la ciudadanía debe estar plenamente informada sobre las alianzas y afinidades de sus representantes.
De Univisión y del perfil de La Tijera