Otra pareja de mujeres concretó el martes su matrimonio, en el municipio de Ciego de Ávila, en la provincia del mismo nombre, después de 18 años de relación y gracias a la aprobación del nuevo Código de las Familias en Cuba.
De acuerdo con una publicación en redes sociales, la notaría del mencionado municipio celebró el “matrimonio igualitario a tenor de la Ley 156 de 2022 del Código de las Familias”, el cual “establece deberes y derechos de los contrayentes sobre la base del matrimonio”.
Este se refiere a “la unión voluntariamente concertada de dos personas con aptitud legal para ello, con el fin de hacer vida en común sobre la base del afecto, el amor y el respeto”. Decenas de usuarios felicitaron a la pareja. “Cuando el amor es verdadero, no hay obstáculos que impidan que triunfe”, dijo uno de ellos.
También el martes una pareja de jóvenes cubanas logró materializar un “sueño” al casarse legalmente en La Habana. “¡Hoy hicimos oficial lo que hace tiempo era cierto! Nos quedan todavía muchos sueños por cumplir y luchas por dar, pero por hoy, somos súper felices”, expresó una de ellas.
Según datos de la Comisión Electoral, el 66.87 % de los votos fueron a favor del Sí por el nuevo Código de las Familias, sometido a referendo el pasado 25 de septiembre. La nueva propuesta exhibe como antecedentes la Ley No. 1289 de 14 de febrero de 1975, Código de Familia, modificado en varios de sus preceptos, esencialmente por la Ley No. 51, de 15 de julio de 1985, del Registro del Estado Civil y el Decreto-Ley No. 76 de 20 de enero de 1984.
Hace aproximadamente una semana, una pareja de hombres tuvo la primera boda entre dos personas del mismo género en la localidad de Manzanillo, provincia de Granma, luego del beneplácito del Código. Ambos llevaban juntos 18 años, pero no fue hasta hace poco que pudieron firmar, ante un notario, la unión oficial en matrimonio.
Varios cubanos habían denunciado en días recientes que algunas notarías en Cuba estaban presentando trabas a la hora de oficializar matrimonios entre personas del mismo género. “Al respecto aprovecho para aclarar que la norma sí está vigente y que cualquier negativa por parte de notarixs o registradorxs del estado civil a formalizar matrimonios o inscribir uniones es una violación de los derechos de las personas”, aclaró el jurista y activista Manuel Vázquez Seijido.
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