Después de la muerte del joven exponente del género urbano Daniel Muñoz, mejor conocido en el mundo artístico como El Dany, su esposa Iraisel, también madre de su hija, ha estado menos presente en las redes sociales.
Sin embargo, no ha escapado a los rumores y las especulaciones, de ahí que ahora, cuando regresa al centro de la polémica, ha visto a bien compartir un contundente mensaje.
Respondió, a través de su cuenta de Instagram, a sus seguidores y, en especial, a espacios que se han atrevido a poner en tela de juicio el cuidado y la atención que ella da a la madre del fallecido.
De manera fuerte y clara, Iraisel dejó claro que no le gusta la falta de transparencia y que “TODO lo referente a la música de Daniel ha sido minuciosa y equitativamente distribuido en 3 partes IGUALES”.
Sus palabras íntegras a continuación:
En estos tiempos convulsivos donde muchos creen tener la autoridad de opinar sobre otros sin conocer las realidades de su vida, sin tan siquiera dar la oportunidad al margen de la duda, sin preguntar cualquiera que sea su curiosidad o preocupación, y peor aún sin AUTO ESCANEARSE y meditar para ver si realmente están en condiciones de tirar piedras al tejado ajeno con sus comentarios y suposiciones sin ningún tipo de BASE O FUNDAMENTO CONCRETO.
Yo me convertí en una persona pública sin buscarlo y he aceptado también las desventajas que conlleva demasiada exposición y aunque siempre me he mostrado, directa, clara y precisa en cuanto a que quiero TRANSMITIR (sin maquillajes, ni caretas con respecto a todo este suceso de cambios por los que he atravesado y atravieso)
El RESPETO Y LA VERDAD siempre serán mi bandera, y aclarando este punto quiero dejar muy claro que “TODO lo referente a la música de Daniel ha sido minuciosa y equitativamente distribuido en 3 partes IGUALES.
Yo soy defensora de la TRANSPARENCIA, sea quien sea y venga de donde venga, pues con tanta exposición aprendí que nada es PEOR QUE DESVIAR LA VERDAD dando margen a la confusión y a la mal interpretación porque La verdad puede ser dulce o amarga, pero NUNCA será mala, más la mentira pudiendo ser en ocasiones dulce y complaciente JAMAS SERÁ BUENA.