Este domingo las autoridades de inmigración informaron que se realizaron 956 arrestos, con una importante concentración de personas detenidas siendo trasladadas al centro de detención de Miramar, Florida.
Las imágenes de video que circulan en redes sociales muestran a equipos de ICE llegando al centro de detención, con vehículos llenos de los detenidos, que incluyen a personas de diversas nacionalidades. A través de su cuenta de Twitter, ICE celebró lo que calificaron de una "excelente colaboración" entre varias agencias federales, como @HSI_Miami y @EROMiami, destacando la importancia de hacer cumplir las leyes de inmigración para garantizar la seguridad de las comunidades estadounidenses.
La operación forma parte del plan de deportación masiva prometido por el presidente Donald Trump. En una reciente declaración, Trump aseguró que las redadas están enfocadas en "sacar a los criminales malos y duros", refiriéndose a aquellos con antecedentes penales. Además, mencionó que las personas con delitos graves, como asesinos o traficantes de drogas, serán las primeras en ser deportadas.
Este esfuerzo masivo no solo se limita a las redadas en barrios o centros de trabajo. Por primera vez en la historia de EE. UU., aviones militares están siendo utilizados para transportar a los migrantes deportados, lo que marca un nuevo capítulo en las operaciones de expulsión del país.
Fuentes cercanas a la operación revelaron que uno de los detenidos durante las redadas del domingo había sido condenado por delitos de drogas hace 24 años y llevaba más de dos décadas intentando regularizar su estatus en el país. Se estima que alrededor de 11 millones de migrantes indocumentados viven en EE. UU., todos ellos en riesgo de ser arrestados y deportados en cualquier momento.
El "zar de la frontera" de la Administración Trump, en una reciente entrevista, advirtió que cualquier persona en situación ilegal en Estados Unidos está sujeta a ser arrestada y deportada sin previo aviso, independientemente de su estatus. Además, subrayó que las autoridades ya no tienen restricciones para realizar redadas en áreas tradicionalmente consideradas sensibles, como escuelas e iglesias, un cambio importante respecto a las políticas de la administración anterior.
Con una cuota diaria de 75 arrestos por oficina de ICE, y más vuelos programados para deportar a los migrantes, las redadas están lejos de cesar. Mientras tanto, la comunidad local y los defensores de los derechos civiles esperan respuestas de ICE, que aún no ha confirmado oficialmente los detalles de la operación ni sus próximos pasos. La presión aumenta mientras los esfuerzos de deportación siguen adelante en todo el país.
Con información de 10 News
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