La escasez de agua que afecta a toda Cuba desde hace semanas acaba de empeorar con la explosión de una tubería principal de “Aguas de La Habana” en la zona de Palatino, Cerro, en la capital. El incidente, ocurrido este miércoles en horas de la tarde, provocó una fuerte inundación y dejó sin servicio a varios municipios, sumándose a la ya crítica situación del abasto en todo el país.
El video del suceso, compartido por el usuario Saúl Manuel en Facebook, muestra un chorro de agua a presión saliendo del asfalto mientras vecinos observan alarmados. En cuestión de minutos, las redes sociales se llenaron de mensajes de preocupación, indignación y frustración. “Todo se está cayendo a pedazos en este país”, escribió una usuaria, mientras otros pedían a los residentes aprovechar la rotura para llenar tanques ante la inminente falta de suministro.
Según denuncias de los propios habaneros, la empresa estatal Aguas de La Habana no ha ofrecido información oficial sobre el alcance del daño ni un cronograma de reparación. El suceso llega justo cuando amplias zonas del país, desde Santiago de Cuba hasta Pinar del Río, llevan días —y en algunos casos semanas— sin recibir una gota de agua.
En barrios como El Cerro, Diez de Octubre y Centro Habana, las cisternas están secas y el agua embotellada se vende a precios impagables para la mayoría de la población.
Vecinos de Palatino reportan también que la rotura generó un riesgo sanitario por la acumulación de aguas sucias y el aumento de mosquitos. “Aquí todo está podrido, las tuberías revientan porque tienen más de 50 años sin mantenimiento”, lamentó una residente.
La explosión de la tubería simboliza el deterioro de la infraestructura en la Isla, donde los constantes cortes eléctricos, la escasez de alimentos y el colapso del transporte agravan la desesperanza. “Estamos en punto de no retorno”, escribió una usuaria, reflejando el sentir general.
Mientras el gobierno guarda silencio, el pueblo cubano enfrenta una nueva crisis que afecta uno de los recursos más esenciales: el agua. La escena de Palatino se ha convertido en otra muestra del colapso que vive Cuba, un país donde la vida cotidiana se ha vuelto una lucha constante por sobrevivir entre la escasez y el abandono.