En medio de la aguda crisis de abastecimiento que atraviesa Cuba, la Empresa de Productos Lácteos de Matanzas ha implementado medidas de emergencia para enfrentar la inexistencia de leche en polvo en el país. Reynaldo Ramírez Martínez, director comercial de la empresa, explicó al periódico oficialista Girón que los ajustes afectan directamente a miles de niños, quienes ahora reciben cantidades reducidas de leche fluida, dependiendo de su edad.
Según el directivo, los niños de entre 1 y 2 años reciben actualmente 917 mililitros diarios de leche fluida. Sin embargo, aquellos de entre 3 y 6 años ahora solo se les entrega 917 mililitros en días alternos, a la espera de que “la situación sea más favorable”. (Sí, como no, igual que todo lo que han quitado por años y jamás han devuelto)
Esta decisión subraya la magnitud del déficit, que se estima en unos 6,000 litros diarios, solo en la provincia. La situación es particularmente grave en Matanzas, donde se necesitan alrededor de 38,000 litros diarios para cubrir la demanda, pero las limitaciones en la producción y la distribución han hecho que las familias enfrenten largas esperas y una alarmante inseguridad alimentaria.
El directivo señaló que, debido a la falta de un sistema de refrigeración en la fábrica, la leche fluida debe ser pasteurizada y distribuida el mismo día, con entregas que pueden extenderse hasta las 10 de la noche. “En la actualidad se está distribuyendo la leche en la mayoría de las rutas cada tercer día y se espera que a partir de la aplicación de estas medidas pueda regularizarse la entrega, desfasada debido al déficit”.
Estas medidas improvisadas reflejan el estado crítico de la industria láctea en Cuba, incapaz de garantizar un suministro regular incluso para los grupos más vulnerables, como los niños. Mientras tanto, el gobierno continúa sin ofrecer soluciones estructurales a un problema que afecta no solo a Matanzas, sino a todo el país.
Días atrás, las autoridades de Cienfuegos informaron que la leche destinada a niños de entre 1 y 7 años sería distribuida sin proceso industrial.Una avería en la conductora de agua que abastece al Combinado Lácteo obligó a distribuir la leche sin procesar, según informó el perfil oficialista de Facebook "Las Cosas de Fernanda".
Un problema similar afecta a la población infantil de Santiago de Cuba, donde el gobierno local ha anunciado que no dispone de suficiente leche en polvo para cubrir las necesidades de los niños de entre 2 y 6 años.
Recientemente, el ministro cubano de la Industria Alimentaria Alberto López Díaz, reconoció que el gobierno no puede suministrar las cantidades de leche previstas para satisfacer la canasta familiar normada, porque no se cumplen con los objetivos de producción en el país. (Seguro que la culpa es del bloqueo)
Sin especificar qué factores inciden en el incumplimiento, el ministro aludió a la crisis energética como uno de los principales problemas del acopio de leche de los ganaderos, explicando que los apagones afectan a la cadena de producción y que, en ocasiones, provocan la descomposición del alimento. “La leche muchas veces viene ácida porque no hay corriente en el termo, porque no llegó a tiempo cuando salió, porque el combustible físico se atrasó. Y cuando llegó la materia prima a la industria, también hay apagón en la industria y, por lo tanto, ese ciclo de producción también impacta en la calidad del producto”.
Mientras tanto, la ciudadanía se enfrenta a los desorbitados precios del mercado informal, que superan con creces los ya insuficientes salarios.
La falta de leche impacta severamente la dieta de los niños, ancianos y personas con necesidades médicas específicas. Las familias enfrentan inseguridad alimentaria y deben recurrir a mercados informales, donde los precios son prohibitivos. El gobierno ha implementado medidas temporales como la distribución de leche sin procesar que debe hervirse para evitar riesgos sanitarios. Sin embargo, no ha ofrecido soluciones estructurales efectivas para resolver la crisis de suministro de leche en el país.
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