Crónica de una muerte anunciada, aunque se luchó: Japón, actual campeón, luchará por retener la corona en el Premier 12 pues esta mañana aseguró su presencia en la super ronda al vencer en cerrado juego a Cuba siete carreras por seis. La tropa de Mandy Jonhson tenía un solo camino: ¡vencer!, algo que lamentablemente no consiguió. Después de un primer tercio tranquilo, los cubanos se acordaron de que tenían un madero entre las manos y lo hicieron funcionar.
El abridor nipón, el zurdo japonés Hayakawa sin esa super velocidad apeló a sus mejores armas, el cambio, el cutter y su curva además de control en sus envíos que se demuestra con el siguiente dato: 15 strikes en 17 lanzamientos...¡impactante!
Por Cuba, Raymond Figueredo dejó el choque complicado en el tercero, bases congestionadas sin outs pero la amenaza se tradujo en una sola anotación por el trabajo del relevista Geonel Gutiérrez.
Japón ganaba 5-1 en el quinto (mención para el fildeo de Roel Santos sino hubiese sido más amplia) cuando los antillanos anotaron tres veces en el sexto para acercarse: Drake, el Grillo y el emergente Yoan Moncada (recuerden su lesión en la mano por desbol). Momentos exacto para traer a Liván Moinelo que quería quitarse la "espinita" coreana de encima.
El vueltabajero venía veloz pero no dominaba, incluso le anotaron una por pasaporte libre con las bases congestionadas. Trinchera por medio, los bomberos japoneses no fueron muy efectivos y Cuba empató por error sobre machucón de Despaigne. Con juego nuevo, el zurdo cubano caminó pero en el octavo no pudo impedir una carrera, sucia por cierto, que fue la que sentenció el regreso de un conjunto cubano derrotado.
Mañana Cuba-Taipei. Los anfitriones necesitan ese triunfo para acompañar a los nipones a la final; Cuba, sin presión, nada puede hacer. El encuentro lo ganó Tatsuya Shimizu mientras el as zurdo del pitcheo cubano, Liván Moinelo, asimilaba el fracaso.
Solo una acotación: hombres de poder como William Saavedra y el tanque Yasmani Tomás hicieron falta; Yadir Drake fue una inspiración. Los jardines cubanos, muy bien cubiertos pero sin potencia en los brazos; algo parecido le sucede a los receptores. Continúa el descenso del béisbol cubano, pienso que demasiado atrasado para estos tiempos.
Mucho estudio necesitan los técnicos y pedir ayuda profesional a países como el mismo Japón no viene mal.
Una anécdota: cuando los Oreoles de Baltimore jugaron con Cuba en 1999, un equipo de profesionales acomodadores de los terrenos de la MLB, quedó aterrorizado por las condiciones del Latino. Hicieron su trabajo y por algún tiempo daba gusto ver esa yerba en el Coloso del Cerro. ¿Aprendieron? Algunos sí; otros, no. El hecho es que se vio la diferecia. ¿Por qué no probar y buscar ayuda foránea? Por supuesto, aquí hay que excluir la constante estampida desde las más tempranas edades, pero siempre habrá peloteros con los cuales trabajar.