El caracol gigante africano se reproduce y gana espacio en la provincia de Las Tunas, la peligrosa plaga se extiende sin frenos, reportó CubaNet.
Un artículo de la víspera coloca imágenes nuevas de la incidencia de este animal en la oriental provincia.
“Una plaga de caracoles gigantes africanos de consecuencias imprevisibles se encuentra en eclosión en Las Tunas, a la vista del público, de forma notoria”, advierte el reportero Alberto Méndez Castelló.
Según indica el periodista “hace pocos días, mientras recorría en horas de la mañana la Avenida 30 de noviembre rumbo a la estación de ferrocarril, se desplazaba una manada de caracoles gigantes africanos por el pasto húmedo como si de una corrida de cangrejos se tratase”.
Lo anterior podría parecer normal a alguien que no conozca la verdadera influencia de ese molusco para la biodiversidad y los problemas de salud que puede causar al hombre.
Como Méndez Castelló recuerda “en el cabecera provincial de Las Tunas está reportada la presencia del caracol gigante africano desde hace tiempo”.
El reportero explica que “antes de la pandemia de COVID-19 las autoridades sanitarias mantenían una campaña de control que, además de las medidas para la eliminación de esta especie invasora y de sus hospederos, desarrolló acciones de información en los medios de comunicación masivos para alertar a la población, advirtiendo que el caracol nunca podía tocarse con las manos descubiertas, sino provistas de guantes, por el alto riesgo de contagio”.
Sin embargo, aunque en Las Tunas, hoy son visibles esos vectores en la propia y “muy céntrica Avenida 30 de noviembre, poco o nada se dice del caracol africano, precisamente, cuando el riesgo de convertirse en una plaga parece ser mayor”, advierte el periodista.
“¿Hasta dónde llegaran los caracoles gigantes africanos en Las Tunas?”, se pregunta Méndez Castelló.
Según advierte mostró fotos a dos epidemiólogos que quedaron “alarmados” al ver a “los moluscos reptando por el pasto, junto a la vía pública, donde podían ser oliscados por un perro, can que, como mascota al fin, poco después podía estar en los brazos de un niño”, dice añadiendo “el peligro es real y las autoridades gubernamentales no debían hacer silencio”.
El caracol gigante africano (achatina fulica) está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, recuerdan.
Reconocido no solo como una especie invasora que afecta la biodiversidad, además es de gran peligro para la salud humana "pues puede portar en su baba parásitos y nematodos los cuales son causantes de diversas afecciones, como meningoencefalitis eosinofílica y angiostrongiliasis abdominal en humanos".
En Cuba, fue detectado por primera vez en el 2014, en el reparto Poey en La Habana y actualmente representa un riesgo para la salud y la biodiversidad en la mayor de las Antillas, debido a que ha proliferado por todo el país.
Periódicamente, autoridades de Salud y de Comunales desarrollan "trabajos voluntarios" que terminan siendo poco efectivos para la erradicación del molusco aunque en dichas acciones se extinguen miles de ejemplares.