La situación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en Cuba sigue siendo crítica. El 8 de julio, el servicio se vio afectado desde las 17:35 hasta las 00:53 horas, con una máxima afectación de 296 MW a las 21:20 horas. Para el 9 de julio, la disponibilidad del SEN es de 2630 MW frente a una demanda de 2550 MW, sin pronósticos de afectaciones al mediodía. Sin embargo, se estima un déficit de 220 MW para la hora pico, resultando en una afectación prevista de 290 MW.

La máxima afectación se registró a las 21:20 horas, aunque no coincidió con la hora pico, lo que subraya la gravedad de la situación. Las unidades de generación continúan enfrentando problemas. La unidad 3 de la CTE Rente y la unidad 2 de la CTE Felton están fuera de servicio por averías, mientras que la unidad 1 de la CTE Santa Cruz está en mantenimiento. Estas limitaciones en la generación térmica suman un total de 540 MW.

Además, 35 centrales de generación distribuida están fuera de servicio debido a la falta de combustible, afectando un total de 196 MW. Para intentar mitigar el déficit durante la hora pico, se espera la entrada de motores de generación distribuida actualmente fuera de servicio, con una aportación estimada de 100 MW, así como el completamiento de la unidad 3 de la CTE Cienfuegos con otros 100 MW.

Con estas medidas, se estima que la disponibilidad para la hora pico será de 2830 MW frente a una demanda máxima de 3050 MW. Esto resultará en un déficit de 220 MW, lo que llevará a una afectación prevista de 290 MW si se mantienen las condiciones actuales. La situación sigue siendo crítica y requiere de medidas efectivas para asegurar la estabilidad del suministro eléctrico.

La población cubana sigue enfrentando dificultades debido a estos cortes de electricidad, que afectan no solo la vida cotidiana, sino también las actividades económicas y sociales. Los apagones continuos generan frustración y desconfianza hacia las autoridades responsables del suministro eléctrico. Los comentarios en redes sociales reflejan el descontento generalizado. Carlos Manuel Domínguez Espino, por ejemplo, expresó su enojo al afirmar: “¿Quién fue el que dijo que el verano iba a ser mejor? Todos los días nos quitan la corriente, son unos mentirosos. Esto sigue siendo la misma porquería, con los calores que se están mandando. Claro, como a ellos no se les va la corriente, pues los demás que aguanten como cabrones”.

Esta situación pone de relieve la necesidad urgente de mejoras estructurales y de gestión en el sector energético de Cuba. Las constantes averías, el mantenimiento insuficiente de las centrales eléctricas y la falta de combustible complican la estabilidad del suministro eléctrico. La incertidumbre en torno a la disponibilidad de energía eléctrica agrava las tensiones en una población que ya enfrenta numerosos desafíos en su vida cotidiana.

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