Fermín Puig, un pescador cubano con más de tres décadas en la industria, ha denunciado el robo de su embarcación, que fue utilizada para transportar a 43 migrantes cubanos a Florida. El grupo fue interceptado por la Guardia Costera de EE.UU. tras desembarcar en Cayo Marathon.
Puig, residente en Cojímar, al este de La Habana, relató que su bote desapareció de la bahía donde estaba atracado, y a pesar de los custodios en el área, nadie presenció el robo. “Me citaron por la policía y me están insinuando que vendí el bote, lo que es absurdo, porque es el sustento de mi familia”, afirmó Puig.
Mientras los migrantes enfrentan posible deportación, Puig enfrenta interrogatorios por parte de las autoridades cubanas, quienes le exigen probar que no facilitó la salida ilegal del grupo. El abogado Raudiel Peña de Cubalex explicó que, aunque se debe demostrar el robo, en la práctica el pescador podría ser acusado de facilitar la huida si las autoridades no creen su versión. La sanción podría incluir prisión de hasta tres años y la pérdida de su licencia de pesca.
El robo del bote no solo ha dejado a Puig sin medios para subsistir, sino que ha generado una profunda preocupación en su familia. Amanda Puig, su hija residente en EE.UU., expresó su desesperación: “Mi papá se quedó sin nada y ni siquiera estaba en el grupo de los migrantes. En Cuba no hay seguros ni forma de reponer lo perdido. Lo han destruido.”
Su hermana, Francis Puig, quien vive en Florida, ha exigido justicia en redes sociales, pidiendo que las autoridades investiguen el robo del bote valorado en más de 20.000 dólares. Además, criticó las amenazas de retirarle la licencia de pesca a su hermano, quien es la principal víctima en este caso.
La Guardia Costera de EE.UU. ha informado que no devolverá la embarcación debido a dificultades logísticas, mientras la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza alertó sobre el incremento de operaciones ilegales en los cayos, incluyendo tráfico de migrantes y drogas.
La situación de Puig refleja una realidad dura para muchos cubanos, donde la pérdida de bienes esenciales puede significar la ruina total sin posibilidad de recuperación.
(Con información de "Martí Noticias")
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