Un joven de 29 años fue condenado a ocho años de privación de libertad por el Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba, tras ser hallado culpable de un delito relacionado con drogas ilícitas, específicamente el cultivo de cannabis sativa, conocida comúnmente como marihuana.
El juicio oral y público, correspondiente a la causa número 40 del año 2025, se realizó como parte del ejercicio nacional de enfrentamiento a las drogas, con un enfoque ejemplarizante para advertir sobre las consecuencias legales de este tipo de actividades.
Según el parte oficial, el acusado era objeto de seguimiento desde el 24 de agosto de 2024 por parte de los oficiales encargados de combatir el tráfico y consumo de sustancias prohibidas. La investigación determinó que el joven cultivaba marihuana con fines de lucro, convirtiéndolo en una persona de “interés operativo”.
Durante el operativo que condujo a su arresto, las autoridades hallaron en el patio de su vivienda —ubicada en la carretera de Siboney— una planta de marihuana de 1.50 metros de altura. También se le ocupó una caja de cigarrillos que contenía hojas secas de la misma planta. El análisis realizado por el Laboratorio Provincial de Criminalística confirmó que ambas evidencias sumaban un total de 286.7 gramos de cannabis.
El tribunal calificó el caso como un delito previsto en el artículo 235.1, incisos a) y d) del Código Penal cubano, que contempla penas de entre cuatro y diez años de privación de libertad. La corte consideró demostrado que el acusado no solo poseía la droga, sino que la cultivaba con el objetivo de distribuirla entre consumidores, plenamente consciente de los efectos perjudiciales para la salud.
Además de la pena principal, se le impusieron sanciones accesorias como la privación de derechos según el Código Penal, el comiso de la droga incautada y la prohibición de salida del país.
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