Cuando escuchas a Esteban Lazo ordenarle a los habaneros que, con recursos propios, limpien los vertederos en los que se han convertido las calles de la capital, o burlarse de que, sin la revolución no existirían los celulares en los pueblos de campo, nos damos cuenta que para la cúpula gobernante, el pueblo cubano no es nada... ¡o sí!: el humillado pedestal donde se yerguen sus mentiras.
Resulta vejatorio, insultante, burlesco lo que hacen con el pueblo al que deben defender.
El cubano de a pie quizás creyera en su gobierno si los que ocupan ese escaño fueran honestos. Pero no. Recién iniciado este 2025, que pudiera ser aún peor que su predecesor, Pinocho sigue con el mismo discurso vacío con el que concluyó el 2024: exceso de victimismo, responsabilizando al bloqueo de cada carencia e ineficiencia.
Nadie habla de la incapacidad propia o de que el bloqueo interno es mayor y más peligroso que el externo.
La Ciudad Maravilla vive sus peores momentos desde su fundación hace más de cinco siglos: la casi nula recogida de los desechos sólidos, el serio desabastecimiento del agua, los elevados precios en cualquier posible mercancía, los recurrentes e insoportables apagones, los derrumbes, los baches, la carencia de transporte, la ineficiencia en la salud pública y la educación, la estampida de artistas y deportistas yyyyy de toda la juventud que puede irse... son apenas la punta del iceberg.
Díaz Canel padece de un victimismo crónico y evade toda responsabilidad; ha sido el presidente más vilipendiado de la historia, el que más se contradice, el que no da respuestas, el que no ha resuelto nada. Fue nombrado presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba el 19 de abril de 2018, a punta de dedo, el dedo de Raúl.
El "puesto a dedo" nada ha hecho ni hará...¡ah! eso sí, las nietas de su esposa La Machi son traídas a esta tierra en una clínica dorada donde no va a parir ninguna cubana que no pertenezca a la élite, sus hijos están en España; el hijo de Lis Cuesta, don Manuel Anido también está en la Madre Patria trabajando como abogado en una firma testaferra de los Castro; Sandro Castro "el joven revolucionario" celebra su cumpleaños por todo lo alto, el dr. Antonio Castro no se baja del avión, el Cangrejo representa a su abuelo en la toma de posesión de Maduro como un gran personaje y así ¡sucesivamente!
¡Nada! Termina y año y empieza otro pero en Cuba ...¡la vida sigue igual!
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