Tras un ataque iraní con 180 misiles, Israel ha intensificado sus operaciones militares, enviando más tropas a Líbano mientras se prepara para una respuesta contundente. El gobierno de Benjamín Netanyahu ha desplegado una nueva división de infantería, blindados y soldados de la brigada Golani para reforzar su invasión terrestre en el sur del Líbano, donde los combates con Hezbolá se han intensificado.
Al mismo tiempo, Israel ha declarado persona non grata al secretario general de la ONU, António Guterres, prohibiéndole la entrada al país. Esta decisión surge tras la supuesta falta de una condena contundente por parte de Guterres ante el ataque iraní. Aunque el secretario general aclaró que sí había condenado el ataque, Israel consideró insuficiente su postura.
En Líbano, los enfrentamientos continúan, con Hezbolá tratando de frenar el avance israelí. El grupo, apoyado por Irán, ha lanzado un centenar de cohetes y drones hacia la ciudad israelí de Haifa. Aunque la mayoría fueron interceptados, los ataques han aumentado la tensión en la región. Mientras tanto, en Gaza, Israel ha bombardeado varias infraestructuras, causando al menos 90 muertes en las últimas 24 horas.
Las operaciones militares de Israel se extienden también a Yemen, donde los hutíes, aliados de Irán, lanzaron misiles contra bases israelíes, aunque estos ataques no han sido confirmados por las autoridades israelíes. La situación en la región sigue siendo extremadamente volátil, con el riesgo de una mayor escalada en los próximos días.