El conocido abogado opositor René Gómez Manzano considera que el régimen cubano sigue anclado en el inmovilismo y reacio al diálogo real, pero insiste en que cualquier cambio en Cuba “empezará desde arriba” y no a través de una invasión externa o una sublevación popular en las calles.
“No comparto las esperanzas de otros anticastristas, que piensan en otras soluciones para la actual tragedia cubana. Creo que ni una cruenta invasión de una potencia extranjera ni una huelga general fulminante ni una sublevación generalizada (una especie de 11 de julio elevado al cuadrado) ni un golpe de Estado militar serían la solución”, dijo Gómez Manzano en un artículo de opinión publicado en Cubanet.
Tampoco cree que el gobierno cubano, con su declaración de “continuidad”, esté dispuesto a acometer una transición real en estos momentos, si bien defiende la tesis de que el cambio sobrevendrá desde las propias estructuras de poder, como ocurrió en las antiguas naciones comunistas de Europa del Este.
El abogado y disidente, quien sigue viendo en Cuba pese a años de cárcel, arrestos y presiones de todas clases, dedicó parte de su análisis a responder un reciente artículo publicado en The Miami Herald por el conocido disidente checo Martin Palous, una de las figuras claves de la transición a la democracia en la antigua Checoslovaquia en 1989.
En ese artículo, Palous sostuvo que una reciente invitación al diálogo formulada en La Habana por Díaz Canel ante un grupo de empresarios y políticos estadounidenses y cubanoamericanos debería ser considerada con atención por el exilio cubano pues “quizás constituya una oportunidad y no más de lo mismo”.
“Los cubanoamericanos de Miami quizás deberían tomar con seriedad esa declaración desde Cuba y actuar en consecuencia”, escribió el también ex embajador checo en Estados Unidos y Naciones Unidas.
Gómez Manzano dijo no concordar con la recomendación de Palous, a quien conoce personalmente desde la época que fue liberado de una cárcel cubana en el 2000 tras cumplir varios años tras las rejas por la publicación de la declaración “La Patria es de Todos”, junto a Vladimiro Roca, Martha Beatriz Roque y Félix Bonne.
“Soy amigo de Martin Palous, pero soy más amigo de la verdad”, dijo Gómez Manzano.
A su juicio, el régimen de La Habana “ni siquiera se ha animado a introducir alguna modificación para sacar a Cuba de la improductividad” con reformas económicas al estilo chino o vietnamita, y sólo se acercó a un grupo de empresarios estadounidenses y del exilio en Miami pensando que “podrían caer en el jamo guiados por añoranzas patrióticas”.
“La entrevista que llena de esperanzas a mi amigo checo (Palous) se celebró con un grupito de potenciales inversores millonarios y algunos políticos deseosos de propiciar esos negocios (como el señor Joe García)”, dijo Gómez Manzano en alusión al encuentro a fines de octubre en el Palacio de la Revolución de La Habana entre Díaz Canel y la delegación de Estados Unidos, que incluía al ex congresista federal demócrata de Miami .
Pese a esas reservas, el abogado cubano continúa creyendo en la tesis de que el cambio en la isla se originará desde el poder. “En los regímenes comunistas, los cambios empiezan por arriba, no por abajo. En determinado momento, dentro del mismo régimen se inician cambios con los que se pretende conservar el sistema, pero ellos, de manera inevitable, conducen a otros más, el gobierno inicia un diálogo con quienes se le oponen y, en definitiva, se produce la caída del régimen”, escribió. “Y en Cuba no tiene por qué pasar algo diferente”.
Gómez Manzano aprovechó para reclamar un lugar para la disidencia interna en una posible mesa de negociación. “Como bien dice Palous, la entrevista que fue ‘verdadero motor del cambio’ en su patria se produjo no con algún exiliado amillonado, sino con Vaclav Havel. Del mismo modo que en Polonia la Mesa Redonda tuvo como participantes a Lech Walęsa y a otros disidentes residentes en la misma Polonia, y así sucesivamente en los restantes países que lograron escapar de la férula comunista”.
No todo fue desavenencias entre los viejos amigos. Gómez Manzano y Palous coincidieron en sus respectivos textos en que uno de los pasos claves que debería dar el régimen de Cuba para mostrar una voluntad real de cambios sería el reconocimiento de la oposición interna y el exilio como interlocutores legítimos en cualquier futura negociación.
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