Un creciente número de ciudadanos estadounidenses está fijando su mirada en España como su próximo hogar, impulsados por el atractivo programa de visas doradas, que otorga residencia a cambio de inversiones inmobiliarias. Sin embargo, este beneficio exclusivo está a punto de desaparecer.
El gobierno español anunció que su programa de residencia por inversión para ciudadanos no pertenecientes a la Unión Europea concluirá el 3 de abril de 2025, lo que deja a los interesados con menos de tres meses para aprovechar la oportunidad.
La tasa de estadounidenses que se apresuran a comprar propiedades en España se duplico desde 2014. Según datos recientes, en junio de 2024 había 41.000 estadounidenses residiendo en el país, un aumento del 39% en solo tres años. Tras la noticia del fin de las visas doradas, la demanda registró un aumento vertiginoso, según la firma de inversión en bienes raíces de lujo **Golden Partners.
"Ha sido un no parar de solicitudes", comentó Matt Anderson, un corredor de bienes raíces con sede en Mallorca, en declaraciones a Bloomberg. Anderson señaló que la isla experimentó un incremento del 12% en compradores estadounidenses el año pasado, quienes destacan el clima soleado, el estilo de vida relajado y las escuelas internacionales de primer nivel como principales razones para mudarse.
Desde su creación en 2013, el programa de visas doradas emitió unas 15.000 residencias a inversionistas extranjeros, quienes deben adquirir propiedades por un valor mínimo de 500.000 euros y residir al menos cinco años en el país. Según un informe de Robb Report, revista especializada en lujo y estilo de vida, España continua como uno de los destinos más populares para este tipo de migración.
Sin embargo, no todo es tan simple. Países como Portugal enfrentan retrasos significativos en la aprobación de solicitudes, lo que ha llevado a demandas legales. Mientras tanto, países como Italia, Grecia y Nueva Zelanda revisan y ajustan sus programas de residencia por inversión para captar más interesados.
Para los estadounidenses que sueñan con una Villa en Mallorca o una casa histórica en Sevilla, el tiempo apremia. La ventana para asegurar una residencia bajo estas condiciones favorables está a punto de cerrarse.