El régimen cubano se abrió cuentas oficiales en Twitter, Facebook y YouTube para supuestamente responder a las demandas del pueblo y someterse a su control.
Según el portal oficial Cubadebate, esta medida es coherente con el artículo 4 de la Ley 134/2020 del Consejo de Ministros, que establece la obligación del gobierno de mantener estrechos vínculos con la ciudadanía.
En su primer mensaje, el perfil oficial del Gobierno de la República de Cuba se presenta como servidores públicos en comunicación directa con el pueblo. Asimismo, se proporciona el enlace @gobiernocuba para acceder a estas cuentas oficiales en las tres plataformas.
Estas se suman al sitio web de la Presidencia, que está disponible desde febrero de 2019 y que, según Cubadebate, constituye otro canal de información directa entre el pueblo y sus líderes.
La apertura de estas cuentas ha generado miles de reacciones entre los cubanos.
"Otro canal para intentar desviar la atención y desvirtuar la realidad.
Ustedes no escuchan al pueblo, farsantes. La prueba son los más de mil presos políticos que marcharon pacíficamente y cuyas demandas fueron desoídas y ellos, encarcelados", comentó un usuario en Twitter.
Muchos funcionarios cubanos ya tienen cuentas privadas en redes sociales, donde frecuentemente son cuestionados por los usuarios. Incluso el gobernante Miguel Díaz-Canel ha utilizado su cuenta de Twitter para publicitar su gestión, con el respaldo de un equipo de comunicación que se ha inspirado en la cadena de propaganda rusa, Russia Today.
Cuba aprobó una polémica ley de Comunicación la pasada semana que no reconoce a los medios independientes. La normativa prohíbe lo que considera como "subvertir el orden constitucional y la desestabilización del Estado socialista".
Díaz-Canel, calificó la ley como un "primer paso" para controlar el sistema de comunicación del país y aclaró que "la redacción de los artículos de esta ley tiene un enfoque necesariamente regulatorio".
A pesar de su postura ambivalente hacia las redes sociales, el gobierno cubano continúa utilizando estas plataformas para posicionar el contenido de los medios estatales. Por un lado, acusa a las redes sociales de ser herramientas de dominación colonial, pero por otro, busca promover su mensaje a través de ellas.