En un alarmante incidente ocurrido en agosto en el Cruce de Maceo, municipio de Calixto García, en la provincia de Holguín, una joven identificada como Marisleydis Hernández fue arrestada por asaltar brutalmente a un anciano. Según la información publicada en el perfil oficialista de Facebook "Cazador-Cazado", la joven irrumpió en la vivienda del hombre mayor durante la noche, aprovechándose de su fragilidad física.
El ataque fue extremadamente violento: Marisleydis golpeó al anciano, lo amordazó y lo ató con el fin de robarle. La joven, aparentemente sin remordimiento, sustrajo aproximadamente 200,000 pesos y varios objetos de valor de la casa del hombre, quien quedó indefenso ante la agresión.
El caso fue reportado a las autoridades locales con rapidez, y gracias a la colaboración de vecinos y conocidos, se logró identificar y capturar a la agresora. Actualmente, tanto la Policía, la Fiscalía como los Tribunales están involucrados en su procesamiento legal.
Este caso no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia preocupante en Cuba, donde los robos con violencia están en aumento. A medida que la crisis económica se agrava, estos delitos se han vuelto más frecuentes, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la población, como los ancianos.
El incremento de estos robos, muchas veces acompañados de una brutalidad sin precedentes, refleja una desesperación derivada de la falta de oportunidades económicas y sociales. La crisis económica que atraviesa el país, marcada por la escasez de bienes y el aumento de precios, está alimentando el descontento y el deterioro de las normas de convivencia.
El aumento de estos crímenes genera un ambiente de miedo e inseguridad en todo el país. La violencia, el robo y otros delitos no desaparecerán si no se toman medidas integrales para mejorar las condiciones de vida de los cubanos, brindando esperanza y oportunidades para todos, especialmente para las generaciones más jóvenes.