La popular actriz Aurora Basnuevo, conocida especialmente por su papel de Estervina en el programa humorístico radial Alegrías de Sobremesa, celebró su cumpleaños 84 el domingo, 13 de agosto, y varias imágenes del momento fueron compartidas en redes sociales.
Sin embargo, el notable cambio físico de "La Mulatísima de Cuba" sorprendió a muchos usuarios, pues la artista luce bastante delgada y está sobre una silla de ruedas. La apariencia de su esposo, el conocido actor Mario Limonta, también llamó la atención de muchos internautas, pues ambos son recordados por sus papeles televisivos, de radio y en el cine.
“Muchísimas Felicidades para "La Mulatísima de Cuba". Dios la bendiga siempre”, publicó la página Cubaactores en Facebook, provocando cientos de comentarios, la gran mayoría de ellos para felicitar a la popular artista, pero no faltaron quienes admitieran lo “irreconocible” que lucía Basnuevo.
“Dios mío, si Aurora estaba más fuerte que Limonta, esa foto me ha dejado sin palabras, mucha salud para ellos”, expresó una internauta ante una publicación del exlocutor de la televisión cubana, Rolando Zaldívar. “Yo también estoy impactada, hasta me parece que no es ella”, confesó otra.
“Ante todo, mis felicidades y bendiciones para esa gran mujer. Pero prefiero recordar la Aurora Basnuevo que conocí de niña. Me ha impactado mucho esta foto. Gracias Zaldívar por mantenernos siempre conociendo de la vida de nuestros artistas”, dijo una tercera usuaria.
El cambio físico de la actriz además se ha producido rápidamente, a juzgar por una entrevista que dio al portal oficialista Cubadebate fechada en 2020, donde comparten imágenes de ella y su esposo en su apartamento de la barriada habanera del Vedado.
“Yo siempre seré la Mulatísima o Estervina. Ese sobrenombre me lo puso el pueblo”, dijo entonces. “Soy una persona muy normal. No me quejo de nada, trato de resolver siempre que tengo un problema. No me gusta acudir a nadie, aunque hay muchas personas que te dan la mano”, comentó luego.
Basnuevo nació en 1938 en la localidad de Colón, provincia de Matanzas, en la calle Calixto García, número 125, esquina a Bartolomé Masó. Allí asistió a la escuela José de la Luz y Caballero y a clases de piano. Los padres deseaban que se hiciera profesora, por eso se la llevaron a La Habana al cumplir los 13 años.
Sobre su niñes, recordó en la misma entrevista haber sido una pequeña obediente y estudiosa, por lo cual no le aburre estar en su hogar. “Jugaba yaquis y cuquitas en el portal. Estudié piano, me encantaba. Llegué hasta cuarto año del instrumento, siendo casi una niña”, evocó.
“Mi mamá no quería que fuera artista porque en ese tiempo había muchos prejuicios y ese oficio se consideraba de lo peor. Escondida de ella, con la ayuda de mis amiguitas, me presenté en el programa de José Antonio Alonso. Recuerdo que me prestaron un vestidito y me cambié en el baño del ICRT (Instituto Cubano de Radio y Televisión), que entonces era la CMQ”, refirió.
En la entrevista, Basnuevo dice que le gustaría ser recordada “como una cubana que ha dedicado su vida al arte y a su pueblo”. “Soy una actriz que canta, que baila, que actúa, que quiere a su familia y a su hijo con el alma”, añadió.