Un cubano que se identifica en las redes como Julio Font expuso la identidad de un hombre al que ayudó hace dos años en Matanzas y le dejó la casa vacía.
Font, que reside en el extranjero, perdió a su madre durante la pandemia del coronaviris. Cuando logró ir a Cuba, le prestó la casa a un cubano de Camagüey que estaba trabajando en un hotel de Varadero y no tenía donde vivir.
El trato era la compra de la casa. Le dio un año para que reuniera el dinero sin pagar renta (cinco mil dólares) pero dos años después cuando le pidió que se fuera, este se llevó todo.
"Este muchacho que ven en la foto se llama Jorge Luis Rodríguez Dulzaide, es de Camagüey y vive en Matanzas porque trabaja en el Melia Varadero", explicó
"Cuando mi madre falleció en plena pandemia de COVID, no pude ir a Cuba. Gracias a mi ex-suegra y muy buenas personas en el Gobierno de Matanzas, logré cumplir su deseo de ser incinerada al morir y esparcir sus cenizas en el San Juan como ella quería cuando pude ir un año después. Cuando fui a Cuba en el 2021 para hacerlo, un primo mío me acompañó y me dio mucho apoyo emocional", explicó.
"Él me ayudó a limpiar la casa y botar muchas cosas después de estar cerrada por un año. Hablando con él, me dijo que tenía un amigo, Jorge Luis, que trabajaba en el hotel donde él trabajaba y que no tenía donde estar. Yo me estaba quedando en la casa de mi ex-suegra en ese momento y mi primo le dijo a Jorge Luis de ir a verme para hablar. Él fue, hablamos y le dije que mi intención era la de vender la casa. Yo le pedí 5000.00$ en ese momento y él me dijo que no lo tenía pero que en un año lo tendría. Le dije que no había problemas, que podía quedarse en mi casa y que no tenía que pagar alquiler para que pudiera ahorrar y hacerlo. Estuvo en mi casa por más de dos años, no le pedí jamás un solo centavo", agregó.
Según dijo, una abogada le aconsejó que le diera una semana para irse, no obstante, él le dio un plazo de un mes.
"Organizamos todo para que el 24 de noviembre saliera. Cuando mi amigo fue a recoger la llave fue la sorpresa. Jorge Luis vació mi casa. Jorge Luis robó miserablemente, a la persona que le ayudó durante tanto tiempo todo. No dejó nada, robó todo, hasta los interruptores de luces y tomacorrientes robó. Todo, solo dejó las paredes. Mi amigo fue a la policía a hacer la denuncia, pero le dijeron que tenía que tener un poder mío para hacerlo. Yo no entendí mucho eso porque yo pienso que para denunciar un delito, un testigo visual es suficiente y no hacen falta poderes como para representar a una persona en un proceso judicial … pero bueno cosas que todavía pasan en Cuba".
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