"Esto es lo que pasa por la quitadera de corriente", se lamenta Jorge Luis Boudet, en el sitio Accidentes de Tránsito en Cuba, al reportar un nuevo accidente ocurrido en el cruce de Vía Blanca y Paz, en los límites del Cerro y Santos Suárez, una zona muy transitada de La Habana. Según testigos, el siniestro tuvo lugar en medio de otro de los frecuentes apagones que afectan a la ciudad, dejando inoperantes los semáforos en intersecciones clave sin que haya presencia de agentes del orden para dirigir el tráfico.
La falta de electricidad no solo provoca molestias cotidianas: en las calles cubanas, también pone en juego vidas humanas.
El cruce donde ocurrió este accidente está cercano a la conocida fábrica Suchel, una zona de gran movimiento vehicular y peatonal. El corte de energía dejó sin funcionamiento los semáforos, creando una situación peligrosa donde ningún vehículo parecía tener prioridad y los conductores debían adivinar quién pasaba primero.
Aún no se ha confirmado si hubo víctimas humanas, aunque se teme por la gravedad del choque. Las imágenes compartidas muestran vehículos severamente dañados, y solo se puede esperar que todo quede en pérdidas materiales.
Este hecho vuelve a poner en tela de juicio la preparación del sistema de seguridad vial en Cuba para enfrentar los efectos colaterales de los apagones. No es un caso aislado. Son frecuentes las quejas de ciudadanos que alertan sobre la ausencia de agentes de tránsito en cruces críticos cuando fallan los semáforos, una omisión que puede tener consecuencias fatales.
En un país donde los recursos son limitados, la gestión de la seguridad vial no puede quedar a la improvisación. El Estado debe garantizar medidas de prevención mínimas, sobre todo en zonas de alto riesgo, para que el corte de luz no implique también un corte en la vida de quienes circulan por las calles cubanas.
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