El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, confirmó que la administración de Joe Biden no planea retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo. La declaración se produjo durante una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores en respuesta a la pregunta de la congresista republicana por Florida, María Elvira Salazar.
Blinken aseguró que “no anticipa ningún cambio en la política hacia Cuba” durante el actual mandato presidencial, reiterando la postura firme del gobierno respecto al estatus de la isla.
Cuba fue retirada de esta lista en 2015 por el entonces presidente Barack Obama como parte de su estrategia para normalizar las relaciones con La Habana. Sin embargo, en 2021, Donald Trump volvió a incluir al país en la lista, imponiendo sanciones financieras adicionales y fortaleciendo las restricciones económicas.
En marzo de este año, aunque la administración Biden eliminó a Cuba de la lista de Países que No Cooperan Plenamente con los Esfuerzos Antiterroristas, decidió mantenerla como Estado Patrocinador del Terrorismo. Según el gobierno, esta decisión se basa en los vínculos de Cuba con Irán y Corea del Norte, así como por dar refugio a prófugos de la justicia estadounidense.
María Elvira Salazar, una fuerte opositora del régimen cubano, presionó a Blinken para obtener claridad sobre la política hacia la isla. El funcionario reiteró que no prevé cambios en esta política antes del final del mandato de Biden.
Ser parte de la lista de países patrocinadores del terrorismo implica restricciones significativas para Cuba, como limitaciones en transacciones bancarias internacionales, acceso a líneas de crédito y la imposición de sanciones financieras que agravan su situación económica.
Salazar, desde su llegada al Congreso en 2021, ha liderado iniciativas legislativas para garantizar que Cuba permanezca en esta lista hasta que cumpla con condiciones democráticas, como la liberación de presos políticos y la realización de elecciones multipartidistas.
La decisión de mantener a Cuba en esta categoría subraya el enfoque cauteloso del gobierno de Biden hacia la isla, marcado por las tensiones históricas y las preocupaciones sobre el apoyo del régimen cubano a actores internacionales que desafían los intereses de seguridad de Estados Unidos.
(Con información de Martí Noticias)
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