El humorista cubano Alian Aramis, creador de la canción satírica "Que vaya el Sandro", abandonó Cuba junto a su esposa e hijos tras enfrentar censura y represalias del régimen. Su salida del país, con destino a Guyana, fue confirmada por él mismo a través de sus redes sociales.
La canción, que se hizo viral en diciembre pasado, ironizaba sobre los privilegios de la élite gobernante en contraste con las penurias del pueblo cubano. En particular, hacía referencia a Sandro Castro, nieto de Fidel Castro, conocido por su estilo de vida ostentoso, en un país donde la mayoría de los ciudadanos lidia con la escasez y la crisis económica.
El videoclip de la canción mostraba a varios cubanos expresando con gestos la realidad del país: una cazuela vacía, un huevo con un precio exorbitante y fajos de billetes devaluados. La pegajosa melodía y su mensaje generaron un desafío viral en redes sociales con la frase "Que vaya el Sandro", lo que amplificó su impacto.
Sin embargo, el éxito del tema no fue bien recibido por las autoridades. Alian Aramis sufrió la cancelación de sus presentaciones en teatros y eventos culturales, quedando sin oportunidades de trabajo.
No era la primera vez que su humor crítico incomodaba al régimen, pues ya había abordado temas sensibles como la política exterior y la figura de Miguel Díaz-Canel.
Ante el creciente hostigamiento y la imposibilidad de continuar su carrera en Cuba, el también abogado tomó la difícil decisión de exiliarse. En una entrevista con el periodista Rolando Nápoles, Alian explicó que temía represalias mayores y que su situación se volvió insostenible.
Su caso refleja la dura realidad de los artistas y creadores en Cuba que se atreven a cuestionar al gobierno. "Que vaya el Sandro" se convirtió en mucho más que una canción viral: es un símbolo de la desconexión entre la cúpula del poder y el pueblo, una crítica que resonó tanto que el régimen intentó silenciar a su autor.
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