Familiares de Yidania Santos Peña, una mujer de 42 años que resultó herida luego de que su expareja y padre de cuatro de sus hijos la atacara a machetazos, están aterrorizados porque el agresor está suelto. El intento de feminicidio ocurrió en el poblado rural Campo Florido, en el municipio Habana del Este, lo que ha permitido que el agresor se esconda en el monte y sistemáticamente ronde la finca familiar, donde se ha dejado ver más de una vez.

En declaraciones a Martí Noticias, Elsa Lidia Secade, sobrina de la víctima, denunció que las autoridades no han puesto ninguna protección a la mujer herida en el hospital y asegura que son los familiares los que se están turnando para protegerla en caso de que el hombre regrese a por ella.

“Hasta ahora su única protección hemos sido nosotros, la familia, que hemos estado allí en el hospital, siete u ocho personas todos los días con ella”, se quejó Elsa Lidia Secade. “En conclusión, el hombre sigue entrando todos los días a la casa. Anoche mismo estuvo allí. Mi abuela discutió con él, mi prima también y él solo mostró el machete, que lo llevaba en la mano”, añadió Elsa, quien subrayó que el hombre está en el monte y que todos los días se deja ver en las inmediaciones de la finca.

Yidania Santos Peña, que fue pareja durante más de 20 años del agresor, perdió la mano izquierda y cuatro de dedos de la otra mano. Además, recibió siete heridas en la cabeza. El ataque fue presenciado por una de las hijas en común con su agresor. Secade precisó al citado medio que a la mujer agredida en el hospital donde está ingresada la apodan “el milagro” porque ha conseguido sobrevivir a duras penas a la brutal agresión. La sobrina de la víctima denunció que tras el intento de feminicidio fueron a la policía de Guanabo y los trataron muy mal, ni los dejaron hablar, los ignoraron. Resulta inverosímil pero cierto. Al final, "la policía vino, pero se fueron en menos de 10 minutos, algo que ya había denunciado en redes la madre de Yidania Santos. Las autoridades volvieron al día siguiente, en la tarde del sábado, pero no pusieron ninguna protección a la familia ni han hecho lo suficiente por detener al agresor.

Desde que ocurrió el intento de feminicidio, la familia -compuesta por 11 miembros- ha tenido que pasar las noches en vela por miedo a que el agresor entre nuevamente en la casa. Se da el caso, además, de que el exmarido de la víctima vive en una vivienda contigua desde que se separaron.

“Está aterrorizado todo el mundo porque él anda armado”, concluyó la mujer, quien teme el peor desenlace: “Es malo que tomen venganza por su mano, pero es que la policía no hace nada”.

Lamentable también resultan otros casos como el de Margarita Rodríguez de 35 años quien fue atacada por su expareja en su hogar en Santiago de Cuba. Su agresor la apuñaló repetidamente delante de sus dos hijos pequeños. A pesar de que el hombre fue detenido, la familia de Margarita sigue viviendo con miedo debido a las amenazas recibidas de los amigos del agresor.

O el de Lucía Gómez que en julio de 2022, en Camagüey fue atacada brutalmente por su esposo, quien la golpeó con una barra de hierro en repetidas ocasiones. Lucía logró escapar y buscar refugio con su hermana, pero el agresor fue liberado después de solo dos meses en prisión. Desde entonces, Lucía vive escondida y teme por su vida y la de sus hijos.

Otro ejemplo es el de la holguinera Ana María Torres, víctima de un intento de feminicidio en 2021. Su esposo la roció con gasolina y le prendió fuego. Aunque Ana María sobrevivió, sufrió quemaduras graves en más del 60% de su cuerpo. El agresor fue condenado a una pena mínima, lo que provocó indignación y protestas entre la comunidad local.

Estos ejemplos reflejan una preocupante tendencia de violencia de género en Cuba, donde las víctimas y sus familias enfrentan no solo la brutalidad de los agresores, sino también la inacción o respuesta inadecuada por parte de las autoridades.

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