Un twittero ha expuesto algo risible pero que denota, el nivel de crisis económica que afronta Cuba.

“Después de 60 años de victorias en la pescadería lo uno qué hay en el menú es una revista. Pero la culpa es del bloqueo porque a pesar que somos una isla rodeada de agua y peces. Trump no nos permite pescar en el malecón, ni en ningún otro lugar”, dice @LicAlvarez20.

Alguien, en los comentarios, relata una historia que no es un secreto en Cuba:

@MAGUI85 “El capitalismo tan cruel, conozco a alguien que su padre era pescador tenía que darle obligado al gobierno un por ciento. Su hija se casó y fue a vivir a La Habana, quería comer pescado porque se crió así y bueno tenían que trasladar, a puro susto, un poco a La Habana porque si no le quitaban la licencia”.

A pesar de que Cuba es un archipiélago rodeado de agua, comer pescado es tan difícil como adquirir carne de res, el Estado lejos de desarrollar estrategias para mejorar las producciones, establecerá una nueva ley para controlar la captura de especies.

La ‘Ley de Pesca en Cuba’ entrará en vigor a partir de mayo próximo, y entre las regulaciones establece las especies que no podrán pescar los asociados del sector privado.

Las licencias para la práctica de la pesca comercial no estatal en aguas marítimas, se limitará fundamentalmente a la captura de peces. De acuerdo a la norma jurídica, no podrán ser capturadas por los pescadores privados la langosta, el cangrejo moro, las esponjas, camarones, anguilas, y otras.

Además, las zonas en las que se autoriza la actividad pesquera también están regidas por la ley, y en la mayoría solo tendrá privilegios el sector estatal.

Se establece también, que las personas que quieran realizar esa actividad en ríos, embalses o en aguas marinas deberán ser autorizados oficialmente.

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