La Madre Superiora de las Hijas de la Caridad en Cuba, Sor Nadieska Almeida Miguel, ha compartido un texto en sus redes sociales denunciando la crisis que vive el país y exhortando al gobierno a transferir el poder si no es capaz de ofrecer soluciones.

En su publicación, Sor Nadieska describe a Cuba como una nación que ha pasado de la luz a las tinieblas y expresa su angustia por la incertidumbre y la tensión psicológica que provocan los apagones casi permanentes, acompañados de desinformación, mentiras y promesas incumplidas.

La religiosa señala que la situación afecta especialmente a los niños, que sufren con la oscuridad, el calor y el hambre, y a los trabajadores que, sin haber descansado lo necesario, deben acudir a sus empleos para asegurar un sustento, aunque sea mísero, para sus familias. Además, menciona el aumento de la violencia y una preocupante ola de suicidios que afecta a personas de todas las edades, producto del obstinamiento y la desesperanza generalizada.

Sor Nadieska critica que el gobierno intente justificar la situación actual alegando tiempos difíciles, cuando en realidad esa ha sido la constante para varias generaciones. También denuncia la práctica de cortar el acceso a Internet y las comunicaciones junto con los apagones eléctricos, lo que según ella busca silenciar el descontento creciente en la población.

En su mensaje, hace un llamado a los gobernantes para que garanticen una vida digna a los cubanos y les insta a transferir el poder a quienes puedan ofrecer alternativas. Sostiene que el pueblo cubano no puede seguir soportando más injusticias y clama por la libertad de vivir en la luz, entendida como una vida con derechos humanos respetados y dignidad.

Sor Nadieska concluye su mensaje afirmando que lo normal no es la miseria, la indignidad y la impunidad, sino que todos los cubanos merecen caminar por la vida dignamente y en libertad, siendo protagonistas de sus propias decisiones.

La pregunta es: ¿cuánto tiempo le quedará a Sor Nadieska como Madre Superiora de las Hijas de la Caridad en Cuba?

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