Cleger Romero, un hombre de 38 años residente en el Reparto Dessy de Santiago de Cuba, fue rescatado por los bomberos tras caer en el respiradero de un refugio en las inmediaciones del Politécnico "Antonio Maceo", conocido como Artes y Oficios. En el lugar se presentaron bomberos y rescatistas, quienes, según el periodista independiente Yosmany Mayeta, no acudieron al llamado de auxilio con prontitud.

"Los profesores de la escuela de Artes y Oficios escucharon el grito de ayuda y por eso llamaron a los bomberos", dijo una docente que se encontraba de guardia. Vecinos de la zona describen la existencia de esos peligrosos huecos que tienen muchos metros de profundidad. Es un milagro que pudieran escuchar a Romero y lo sacaran con vida. El hombre fue trasladado al Hospital Provincial "Saturnino Lora", donde se recupera de las lesiones que sufrió.

La demora en la llegada de los bomberos plantea serias preguntas sobre la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia en Cuba. Algunos de los puntos críticos pudieran incluir una falta de preparación y eficiencia en la respuesta a emergencias. En situaciones críticas, cada minuto cuenta, y la tardanza pudo haber sido la diferencia entre la vida y la muerte para Romero.

También la falta de recursos adecuados y la capacitación insuficiente de los equipos de emergencia. Los bomberos y rescatistas carecen de los medios necesarios para actuar de manera rápida y efectiva.

Estos factores inciden negativamente en la ya poca confianza que existe hacia los rescatistas por parte de la población, aunque en la mayoría de los casos no sea su culpa. En el caso que nos ocupa también sobresale la existencia de respiraderos peligrosos y otros riesgos no señalizados en áreas públicas, que son problemas recurrentes y que a nadie le importa solucionar. La falta de mantenimiento y señalización adecuada aumenta el riesgo de accidentes y pone en peligro la vida de los ciudadanos.

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