El activista cubano Oscar Casanella ha denunciado la hipocresía del régimen cubano, evidenciada en el acoso hacia su persona.

El científico cubano expuso cómo es constantemente vigilado y obligado a permanecer en arresto domiciliario.

Tanta es la persecución que los agentes de la seguridad del estado, reciben hasta merienda, para que no abandonen “el puesto de trabajo”.

Mientras toman su refrigerio, se bajan el nasobuco, fuman en plena calle y conversan en grupo como si nada, a pesar de las multas que reciben los ciudadanos comunes por conductas menos peligrosas que estas.

Así lo denuncia Casanella y de paso deja claro que en las últimas 24 horas aun no tiene ni telefonía móvil, ni abandonan el cerco que mantienen sobre él y su familia:

La Policía Política cubana viola las normas del Ministerio de Salud Pública contra la COVID-19. Amigos:

Los represores de la policía política se bajan el nasobuco pero ni la policía nacional le ponen multas de 2000 pesos ni nadie les llama la atención.

Estas son fotos del 4 de mayo de 2021 del momento en que un camión estatal con chapa B190296 le trajo al parecer comida a los represores políticos que me sitian.

Hoy día 5 de mayo continuo sitiado por la policía política y mi familia continua sin servicios de telefonía móvil.

Desde los comentarios a la publicación, otro cubano revela, como este hostigamiento es una práctica antigua de la dictadura:

"Ese método de sitiar a los opositores ha existido siempre en la castrodictadura, a mi padre después de cumplir dos condenas políticas, siendo yo muy pequeño, también le ponían dos agentes vestidos de civil en la puerta de la casa, cuando había algún acto político ó la vista de algún presidente, que para esos años eran muy frecuentes, primero lo citaban oficialmente y cuando supieron que mi padre las guardaba como prueba de hostigamiento, optaron por impedirle salir de la casa con ese método de sitiarlo, a lo que mi papá reaccionaba poniéndole Radio Martí", cuenta Jorge Gorra.

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