Como en algunos países del mundo, en Cuba el Servicio Militar es obligatorio, pero las condiciones en las que se deben entrenar jóvenes, prácticamente adolescentes, difieren a la de otras naciones a pesar de los millones que destina el gobierno caribeño a sus fuerzas represivas.

El caso de Rancel Areces Pérez expuesto por la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), recorre hoy las redes sociales y aunque esta organización le ha dado al menos la posibilidad de denunciar su situación, ninguno de los responsables ha sido sancionado de alguna manera por destruir la vida de un joven completamente sano.

En 2018, Rancel Areces tenía 19 años y cumplía su Servicio Militar en la unidad del destacamento de Destino Especial 43-49 perteneciente a la Base Naval Occidental 33-31, lo que viene a continuación es una lamentable historia pero no es la primera de su tipo, cualquier cubano conoce hechos lamentables de este tipo y hasta con finales mortales.

Pues, el jovencito Areces Pérez debió participar en un ejercicio táctico, para el cual no se tenían ni activados medios preventivos y en medio de la práctica hubo un accidente.

El accidente ocurrió 24 de abril del 2018, pero hay militares involucrados que deberían responsabilizarse con lo ocurrido. En primer lugar, por la naturaleza de los hechos, el Teniente de Navío Yusniel Montesino Nápoli; estaba al frente del ejercicio, tenía la experiencia supuestamente para dirigir el operativo, pero obligó al joven a lanzarse por el lado incorrecto de la lancha en movimiento y a gran velocidad, a pesar de que el chico se negaba a hacerlo.

Rancel fue impactado por una propela, su cuerpo recibió múltiples laceraciones en los hombros, en la espalda y la cabeza de donde perdió gran parte de la masa encefálica, por lo que ahora prácticamente no puede mover bien el lado izquierdo y pierde la vista, sin embargo nadie ha dado la cara tras el horrible evento que cambió su vida.

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