El senador republicano Bernie Moreno, representante de Ohio y nacido en Colombia, ha presentado una de las propuestas migratorias más radicales de los últimos años: la eliminación total de la doble nacionalidad para los ciudadanos estadounidenses. La iniciativa, denominada Ley de Ciudadanía Exclusiva de 2025, obligaría a millones de personas a elegir entre su ciudadanía estadounidense y la de cualquier otro país, bajo pena de perder automáticamente la nacionalidad de Estados Unidos.

El proyecto de ley contempla cambios profundos en la legislación actual, que permite la doble ciudadanía sin exigir a los ciudadanos declarar una lealtad exclusiva. Para Moreno, esto constituye un riesgo. “Fue un honor jurar lealtad a los Estados Unidos de América y sólo a los Estados Unidos de América”, declaró a Fox News Digital. “Ser ciudadano estadounidense es un honor y un privilegio, y si quieres ser estadounidense, es todo o nada. Es hora de acabar con la doble nacionalidad para siempre”.

Su propuesta establece que cualquier ciudadano estadounidense que obtenga una segunda nacionalidad en el futuro perdería automáticamente su ciudadanía estadounidense. Además, quienes ya poseen doble nacionalidad tendrían apenas un año para renunciar a la extranjera o, por el contrario, notificar al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que planean renunciar a la estadounidense. Si no lo hacen, se considerará —por ley— que han abandonado la ciudadanía de EE.UU.

El proyecto va más allá de una simple exigencia administrativa. Ordena al Departamento de Estado y al DHS crear nuevas bases de datos y sistemas de seguimiento para identificar y controlar a los ciudadanos con doble nacionalidad. También instruye al DHS y al fiscal general a registrar a quienes pierdan su ciudadanía estadounidense como “extranjeros” para efectos de la ley migratoria, tratándolos como cualquier otro nacional de un país extranjero.

La iniciativa se enmarca dentro de un ambiente político marcado por la ofensiva migratoria de la administración Trump. Aunque el presidente ha enfocado sus medidas principalmente en la inmigración irregular y en la eliminación de la ciudadanía por derecho de nacimiento —acciones que han enfrentado frenos judiciales—, la Casa Blanca no se había pronunciado directamente sobre la doble nacionalidad. El proyecto de Moreno podría abrir un nuevo flanco legal en una materia que la Corte Suprema ya abordó en la década de 1950, y cuyo precedente sigue vigente.

Además, no es la primera vez que legisladores republicanos buscan restringir o cuestionar la doble nacionalidad. En la Cámara de Representantes, la bancada conservadora ha impulsado medidas para obligar a los congresistas a revelar cualquier ciudadanía extranjera o incluso impedir que quienes la posean ocupen cargos públicos.

Moreno, quien renunció a su propia ciudadanía colombiana al naturalizarse estadounidense, sostiene que su propuesta protegería los “intereses estratégicos” del país, argumentando que la doble nacionalidad genera “conflictos de intereses y lealtades divididas”. Sin embargo, sus críticos señalan que la medida podría afectar gravemente a comunidades enteras de inmigrantes naturalizados y a ciudadanos nacidos en el extranjero que mantienen vínculos familiares o patrimoniales con su país de origen.

La propuesta también podría enfrentar desafíos constitucionales significativos, ya que forzar a un ciudadano a renunciar a su nacionalidad estadounidense por retener otra podría considerarse una violación de derechos básicos reconocidos por la Corte Suprema.

Con esta iniciativa, Moreno abre un debate profundo sobre identidad, pertenencia y los límites del poder estatal para regular la ciudadanía. Si avanza, la Ley de Ciudadanía Exclusiva de 2025 podría transformar radicalmente el concepto de nacionalidad en Estados Unidos y redefinir la relación del país con millones de ciudadanos de origen inmigrante.

(Con información de FOX News)

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