El Departamento del Tesoro afirmó que el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos marcó un crecimiento del 2,1%, en el tercer trimestre, cifra que no reflejó un cambio en cuanto a lo que se había informado en noviembre, destacó Reuters.

La economía del país norteño ha crecido a una tasa del 2% durante el período abril-junio. Mientras que en la primera mitad del año se registró una expansión de 2,6%. Igualmente, el gasto del consumidor fue más sólido de lo que se había reportado con anterioridad, aunque la lectura revisada del PIB no varió y estuvo dentro de lo estimado por los analistas.

Se notaron mejoras en el gasto en estructuras no residenciales de los consumidores, elemento que ayudó a que la inversión se mantuviera a flote y no cayera. Otro dato a resaltar es que las importaciones han sido más altas de lo que se había pronosticado e informado con anterioridad. El país cuenta con la menor tasa de desempleo en casi 50 años, lo que ha favorecido el consumo. Es por ello que la agencia Reuters cree que la economía apunta a mantener su velocidad moderada de expansión en el cuarto trimestre.

Ante estos datos, parece que se han esfumado los temores fundados de una recesión. Por otra parte, el mercado inmobiliario se ha visto reanimado por los tres recortes en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. Los costos del crédito podrían permanecen sin cambios al menos a lo largo del 2020, según un anuncio del banco central estadounidense la semana pasada.

Foto tomada de Global Exchange.

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