Varios bodegueros cubanos se han convertido en las nuevas víctimas de la ola de decomisos que se vive en la isla en medio de una fuerte crisis económica, política y social.

Según el reporte del portal local TVSolvision, el hecho ocurrió en la provincia de Guantánamo, donde fuerzas combinadas del Ministerio del interior accionaron contra implicados del sector del comercio en una presunta actividad económica ilícita.

Como resultado del operativo, se realizó un registro en la casa de varios funcionarios estatales que estaban al frente de la distribución de productos en bodegas de ese territorio.

Esta acción dio al traste con el decomiso de joyas, equipos electrodomésticos, motos, dinero en efectivo y casas a los funcionarios en cuestión.

Sobre estos, además, pesan acusaciones por desvío de miles de cajas de cajas de cigarros para la venta en el mercado informal.

“Estos productos, al desviarse y no comercializarlos directo a la población y sino en el mercado informal les generaban un ingreso y ganancias a los trabajadores de la Empresa de Comercio, con lo que adquirieron bienes y recursos para su vivienda; incrementando su patrimonio personal y existiendo ánimo de lucro”, dijo un oficial.

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