Desde redes sociales, vuelve a encenderse la polémica por la necesidad de dividir lo que es ser cubanos de la política que impera en la isla.

El usuario que se hace llamar Alto AltoClaro, deja un mensaje digno de compartir para quienes aún no comprenden esta diferencia:

No confundamos cubanía con política, quedarse callado con las injusticias que pasan en Cuba se llama conformismo, y aplaudir con hambre y miedo se llama, cómplice. Cuba es una isla perfecta en clima, geografía, carácter, playas, cultura, alegría, raíces, mezcla, y los cubanos estamos muy orgullosos de ello.

De lo que no estamos orgullosos es de la dictadura que tenemos, de cómo es tratado nuestro pueblo, del sueldo miserable de los obreros, de las graduaciones masivas de maestros sin preparación ni ortografía, de la explotación de los médicos, del adoctrinamiento de los niños, de las generaciones perdidas, de la pensión de nuestros ancianos, de las estadísticas ficticias, de la represión, del precio de los alimentos, de la cartilla de racionamiento, de que no hayan fondos para arreglar las carreteras pero que si haya presupuesto para llenarlas de carteles y consignas sectarias, del estado crítico de nuestros hospitales, de la falta de medicamentos, de la vida que llevan (castros e integrantes del buró político y familiares) de la cantidad de familias divididas por el hambre ..... (si el paraíso existe posiblemente se parece a Cuba y ningún cubano de los tantos que vivimos fuera somos insensibles a su dolor, nadie se ha ido de Cuba buscando otro paisaje u otra playa)

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