El cineasta cubano Lilo Vilaplana ha dado el pie forzado para que cientos de cubanos expresasen sus frustraciones sobre una época que marcó generaciones, las escuelas en el campo.

“Estas escuelas fueron el instrumento para separar a los hijos de las familias, adoctrinarlos, quebrarles la moral, para poder manipularlos y alejar a los adolescentes de los valores familiares. Acá esta la ruina de esos edificios, y el rastrojo de esta canción ridícula que anuncia que acabaron con la unidad familiar, para imponerle esta nueva casa para adoctrinar a los jóvenes cubanos. Maldito castrismo”, señaló Vilaplana.

Su publicación generó cientos de comentarios de aquellos a los que les tocó vivir de cerca, el trabajo forzado, la restricción de horarios, y la lejanía de sus hogares a temprana edad:

Belma Suazo “Tremendo tueste el país completo, que alguien me diga hoy a mi que soy madre que tengo que separarme de mi hija y que la veré cuando ellos lo decidan. Por tu madre que experimento más jodido nos tocó vivir”

Amaury Gutiérrez “Yo estuve 3 años en una ESBEC. Eran campos de trabajo. Nosotros pagamos nuestros estudios” Lourdes Valdes-Montero “Campistas de concentración, lejos de la familia en una etapa adolescente y rebelde para poder dominar después con sus macabras ideas. Gracias a Dios no estuve ahí”

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