Mailén Díaz, única sobreviviente de accidente aéreo en Cuba, reclama investigación a España
Redacción de CubitaNOW ~ martes 4 de octubre de 2022
Mailén Díaz, única sobreviviente del accidente aéreo en Cuba de 2018, y dos familiares de uno de los fallecidos, pidieron a la Audiencia Nacional de España una investigación sobre la compañía mexicana Global Air, que operaba la aeronave siniestrada.
El reclamo exige además que se investigue al director general de la compañía, Manuel Rodríguez Campos, de nacionalidad española, a quien acusan de los delitos de homicidio y lesiones imprudentes, según el diario español La Razón.
Díaz ha presentado una querella en la Audiencia Nacional reclamando al tribunal español que investigue a la compañía mexicana que operó el avión, cuya caída luego del despegue ocasionó la muerte de más de un centenar de personas, incluyendo la tripulación.
La denuncia refiere que la tripulación “no contaba con la formación adecuada para responder de forma eficiente”, y sostiene que la aeronave “no se encontraba en estado de ser operada con seguridad”.
Además de Díaz, quien quedó tetrapléjica a consecuencia del trágico incidente, actúan como denunciantes el hijo y la nieta menor de edad de una de las víctimas, Pedro Luis Trujillo y Aietana Trujillo, de nacionalidad española y residentes en Madrid.
La querella apunta que “se vulneraron las normas más elementales de cuidado, materializadas en la vulneración de la normativa relativa al mantenimiento de la aeronave poniéndose en riesgo la vida de 114 personas”, a pesar de conocer “el peligro que suponía ejecutar el vuelo en dichas condiciones”.
Según recuerda el citado medio, la compañía atribuyó el siniestro a un fallo humano, pues “la tripulación despegó la aeronave con un ángulo de ascenso muy pronunciado, creando una falta de sustentación que trajo como consecuencia el desplome de la aeronave”. El avión Boeing 737 estaba fletado por la compañía estatal Cubana de Aviación, pero operado por la empresa mexicana.
La querella achaca a Globar Air y a su director general, Manuel R. C., un “desprecio total de cualquier principio básico de la seguridad aérea” y atribuye al directivo “la responsabilidad del siniestro” por obviar “las normas de cuidado más elementales” con el afán de ahorrar “costos y gastos de seguridad, mantenimiento y formación de sus empleados”.