Los ancianos cubanos, las 'víctimas de un sistema que los utilizó para gritar consignas'

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 28 de octubre de 2020

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Jancelito, un joven activista y opositor cubano, ha escrito unas palabras que valen la pena leer. Se trata de un texto que ha compartido en sus redes sociales y que muchos han reproducido, porque se trata de una gran realidad.

En un recorrido por las calles de la isla, vio la lucha de los antillanos y esa batalla diaria, que es la de millones, lo motivaron a escribir este relato que Cubita Now reproduce, de manera íntegra, a continuación:

Hoy mientras caminaba por las calles de Matanzas encontré delante de mí, con un paso más suave a un señor flaco, ya encorvado por el peso de las años, que traía en su mano izquierda un pan de la bodega y unas pocas onzas de picadillo. Así como las hormigas que llevan sus alimentos a su guarida abrió una puerta vieja y descolorida para entrar.

A unos pocos pasos escucho una voz, ya también tomada por los años, que gritaba "Mantecado, rico mantecado" mientras su cansado brazo cargaba un cubo lleno de los dulces.

-¿A cuanto los mantecados?

- 2 pesos hijo.

- Deme 3.

Mientras comía pensaba en que ojalá pudiera comprarle el cubo entero para que regresara ya a su casa.

En ambos, se percibía tristeza, como si la esperanza hubiera desaparecido y solo quedaba ya el triste envoltorio de un señor al que la vida se le fue esperando.

Hoy salí a comprar cebolla, y encontré en un solo lugar. Sabía que baratas no serían, pero tampoco me imaginé que nueve cebollitas serían 100 pesos.

No puedo protestar, al que vende la cebolla también le han subido todo, y además no la hay en otros lugares.

Pero si pensé en esos dos señores, pensé en que trabajaron toda la vida, seguramente hasta lucharon en Angola siguiendo las ideas de un viejo millonario y hoy sólo reciben una chequera que se traduce en 18 cebollas de las que compré.

Me duele, duele bastante ver esos rostros, esos cuerpos flacos y cansados. A veces caminamos por la calle sin darnos cuenta, o cuando encontramos a uno que vende las jabitas a 2 pesos, protestamos sin entender que ellos también son víctimas de un sistema que no solo destruyó edificios majestuosos, sino que también robó y acabó con la vida de muchos.

Un sistema que los utilizó como simples números en sus estadísticas, o para gritar consignas.

A través de sus redes sociales, Jancelito hace duras críticas al sistema, algo que ha motivado presiones por parte de la Seguridad del Estado, sin embargo, nada de ello lo ha detenido.




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