Un reporte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) filtrado a medios estadounidenses, expuso que la mayoría de los casos del denominado "Síndrome de La Habana" no fueron ocasionados por un poder extranjero.

Sin embargo, queda una cantidad de casos que la agencia aún no puede atribuir a una fuente específica. Tres funcionarios de inteligencia comentaron a Politico que no descartan la posibilidad de que un actor extranjero o arma sofisticada esté detrás de un número menor de los misteriosos incidentes.

La CIA dijo que gran parte de los casos denunciados pueden explicarse a través de factores médicos, ambientales o técnicos, incluidas enfermedades no diagnosticadas previamente, más que por una campaña mundial sostenida de una potencia extranjera como Rusia.

De igual modo, señaló que es "poco probable" que un actor estatal esté infligiendo daño intencional a diplomáticos estadounidenses en una escala mundial.

Debido a los casos aún sin resolver, la agencia continúa abierta a la posibilidad de que un estado-nación o dispositivo específico esté causando síntomas como dolores de cabeza y náuseas. “Definitivamente no descartaríamos la posibilidad de la participación de actores extranjeros”, dijo uno de los funcionarios.

La fuente agregó que, no obstante, los investigadores no han “identificado un mecanismo causal, un arma novedosa, que se haya utilizado en este momento”. Los síntomas descritos por las víctimas incluyen zumbidos intensos y presión en los oídos, vómitos, náuseas y daño cerebral permanente, entre otros.

Las dolencias han afectado a personal de la CIA en Cuba, China, Alemania y otras naciones. Personal diplomático estadounidense y canadiense reportó afectaciones durante su misión en La Habana en 2016, en los estertores del llamado “deshielo” de las relaciones bilaterales entre EE.UU. y la isla.

En todo momento, el gobierno cubano ha negado cualquier implicación en los incidentes, llegando a asegurar que se trata de una invención de EE.UU para quebrar las relaciones. Por su lado, Washington, bajo la administración Trump, retiró casi todo el personal de la capital cubana a partir de los testimonios de los afectados.

“Aunque hemos llegado a algunas conclusiones provisionales significativas, no hemos terminado. Continuaremos con la misión de investigar estos incidentes y proporcionaremos acceso a una atención de primera clase a quienes la necesiten. Aunque las causas subyacentes pueden ser diferentes, nuestros agentes están sufriendo síntomas reales. Nuestro compromiso con la atención es inquebrantable”, aseguró William J. Burns, director de la CIA.

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