Como ya ha pasado, ‘no hay dinero’ para el pueblo y el gobierno sale al paso para ‘resolver’ la carga.

Pues resulta que no hay ‘derecho al consumidor’ y nada por el estilo para los ciudadanos y si son capaces de comer “jamonada con turrones de sal”, bien pueden soportar que el café de la cuota llegue en paquetes de yogurt.

Y es que en Cuba, ‘todo se importa’ hasta un pedazo de nylon y a Cuba-Café, que ‘no pone una’, le tocó lanzar una nota informativa para aclarar que “la entidad afronta atrasos en la importación del material que se emplea para la confección de los envases litografiados y para evitar incumplir las entregas planificadas se decidió comercializar el producto de esta manera”.

“Con anterioridad se había comercializado el café normado utilizando esta modalidad en el resto de las provincias del país, pero es la primera vez que se hará en La Habana y es importante aclarar que no varían por ello ni la formulación, ni el gramaje del producto”, advierten para que los habaneros no griten, cuando les llegue.

Cuba-Café pertenece al Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria y, además, produce cuatro marcas de café para el mercado interno en divisas: Turquino, Serrano, El Arriero y Regil, recientemente su director general, se hizo célebre al expresar que en la isla “no hay café, ni habrá por culpa de los cubanos”.

“Soy del criterio que el aislamiento social ha conllevado a que las personas tomen más café y esto ha disparado la demanda”, dijo el funcionario.

El café a los cubanos les ha llegado, en disímiles formas. Por ejemplo, este año también se vendió en envases de jabón.

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