Un cubano ha hecho su comparación en las redes sociales pues para él resulta inconcebible, que el ajo sea más caro en un poblado rural que en la cosmopolita ciudad italiana de Milán.

“Estamos en Cuba y exactamente en Maffo, donde empieza la Sierra Maestra y sumergidos en medio de cientos de hectáreas de tierra cultivable donde el ajo crece de forma natural. Tres cabezas de ajo con un peso total de 45 gramos cuesta 30 pesos cubanos. En la ciudad de Milán inmersa en cemento y fábricas y con muy poco verde, 50 gramos de ajo orgánico cuestan 15 pesos cubanos”, explica el internauta Salvatore Raiola.

El elevado costo de alimentarse es un de los problemas con los que tiene que lidiar diariamente un cubano.

El gobierno de la isla intenta constantemente responsabilizar al sector privado de la explosión de precios, pero no hace nada por mejor la producción de alimentos, ni incentivar a los productores nacionales.

Recientemente, en un extenso reportaje del oficialista Cubadebate, uno de los ciudadanos afectados por las reformas económicas opinó:

“Ordenamiento eso es lo que le ha faltado al estado cubano, no se puede predicar moral en pañales. ¿Cómo puede ser posible que sea el propio estado quien permita que sus instituciones de prestación de servicios cometan esos crímenes?... ¿cómo puede ser posible que seamos tan insuficientes de sentarnos a poner las normas sobre una mesa de consenso y evitar que el daño sea irreparable en un futuro inmediato? Yo como millones de cubanos que andamos a pie y sufrimos estos abusos de precios, lo que más deseamos es que alguien con plena cordura sea capaz de poner fin a este dilema y que podamos vivir de nuestro sudor sin temor de qué comeremos hoy si ya el sueldo se acabó”.

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