Hace pocos días un cubano falleció en Uruguay. Se trata de Yons Corrales Contreras, quien llegó a ese país, sin embargo, aspiraba a marcharse de él, pero el pasado lunes 2 de diciembre lo asesinaron.

Corrales

Contreras, padre de dos niños, santiaguero de 35 años de edad, recibió dos disparos en la puerta de la Pensión Lema en Montevideo, donde pasaba los días en esa nación.

Yons, según reseña Cubanet Noticias, “conoció a su segundo hijo por videoconferencia. Cuando tuvo que salir de Cuba la mamá del pequeño estaba embarazada de cuatro meses”.

“La despedida fue el 18 de abril del pasado año. Entre la alegría y la tristeza.

Adelaida y Pedro, sus padres, se enfrentaban por partida doble a la esperanza con sentimientos encontrados. Hace un año habían vivido algo parecido, cuando el primero de sus hijos en busca de asilo emprendió el camino hacia España.

Pero ahora eran dos a la vez: los hijos que se veían obligados a dejar Cuba.

Ese día, ella pensó que ya sus tres hijos vivirían lejos de quienes más amaban.

Y lloró. Le quedaban en la Isla sus nietos”, relata el portal.

Yons trabajaba en Montevideo repartiendo comida, lo que se conoce como delivery, lo hacía para ahorrar dinero y poder continuar su viaje.

Pero en cuanto supo del nacimiento de su bebé, planeaba ir a Cuba a verlo y a disfrutar del otro, de 11 años. “Pasaron siete meses en Uruguay. Hasta que, en la madrugada del domingo al lunes 2 de diciembre, lo asesinaron”.

“No tenemos ni idea de qué es lo que pasó, no tenía problemas con nadie”,  dijo a CubaNet  la cubana Victoria Suárez, que también se quedó varada en la misma ciudad, donde trabaja en una empresa de limpieza.

“Todo el mundo lo quería, muy compartidor, siempre alegre, siempre ahí para todo el que lo necesitaba”, señaló.

El portal explica que los migrantes cubanos que conocieron a Yons prepararon un velorio de tres horas en una funeraria de la capital de Uruguay.

“De 10 de la noche a la una de la madrugada. Después de sus jornadas de trabajo. Intentaban devolverle la dignidad arrebatada por un tiro. Todos atrasaron sus sueños y desembolsaron los 36 mil pesos uruguayos, unos 1 300 dólares, que costó honrarlo. Parecía dormido”, relata el sitio.

“Habló con todos los que salimos juntos de Cuba. Yo estuve con él por horas y me quedé dormido. Me desperté con la noticia”, recuerda Helmys.

“Él estaba de lo más bien. Me decía que trabajaba todos los días, que no me preocupara, que no le mandara dinero, que sólo quería que reuniera y que cuando estuviera listo para salir a Estados Unidos, me avisaba”.

“La funeraria quiere 13 mil dólares por trasladarlo a Cuba. Es injusto. Qué usted cree, que ese dinero, con mucho menos, él hubiera llegado hasta aquí (EE.UU).

¡Qué cosas tiene la vida!”, aseguró.

Según el portal citado, el antillano permanece en una morgue de Montevideo, donde lo tienen “congelado” hasta que reúnan los fondos para repatriarlo.

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