Un cubano identificado como Pedro Alejandro Ramos, de 68 años, agredió sexualmente a su vecina en Miami.

La mujer, una anciana de 74, le había pedido ayuda para enviar unos perfumes a Cuba y el hombre la convenció para que fuera a su apartamento.

Cuando ella accedió, el cubano cerró la puerta sacudió a la señora, se abrió la cremallera del pantalón y se masturbó enfrente suyo, recoge el reporte de la Policía citado por América TeVé.

Según el testimonio de la víctima, Ramos quiso obligarla, además, a que le hiciera sexo oral.

"Me dijo que me pusiera su cosa en la boca", cuenta.

La mujer asegura que fue gracias a su bastón que pudo salir con vida del apartamento de su vecino. "Él trató de agarrarme fuerte de mis brazos, porque es un hombre grande. Yo estaba en pánico, ya en ese momento yo dije: 'Bueno, aquí o por las buenas o por las malas'. Halé el bastón y le di un bastonazo por la nuca", explicó.

Los hechos ocurrieron el pasado 23 de enero en un edificio de bajos recursos en Miami destinado a personas de la tercera edad. Pero no fue hasta una semana después que la anciana acudió a la Policía para denunciar su caso.

Sobre la demora para denunciar el caso Fernando Bosch, detective y portavoz de la policía de South Miami, explicó al citado medio que esa era una pregunta que ellos también le hicieron pero que la víctima explicó que había esperado porque "quería confrontar al individuo para ver por qué él había hecho eso, porque lo conocía hacía tiempo y se saludaban, pero nunca tuvieron ningún problema".

Las autoridades creen que pudieran existir otras víctimas del cubano. Por su parte, la señora instó a otras mujeres, que como ella, denuncien este tipo de delitos para evitar que otras ancianas del mismo edificio puedan sufrir actos de este tipo.

Pedro Alejandro Ramos compareció este martes ante una corte en el condado de Miami-Dade donde fue acusado formalmente de retención ilegal y exposición indecente, al masturbarse frente a su vecina.

La jueza le impuso una fianza de 6000 dólares. De pagarla, solo podrá salir de la cárcel con un grillete electrónico en su pierna.

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