Un reporte del portal español El Mundo saca a la luz pública las declaraciones de profesionales de la salud cubanos que se disfrazaron para abandonar la misión médica de la isla en Qatar.

Según explican los antillanos, tuvieron que ingeniárselas para poder evadir los controles, así que se cambiaron hasta los nombres y usaron disfraces para visitar la Embajada de Estados Unidos.

“Tenía mucho miedo a ser descubierta. Me vestí de árabe. Me puse una túnica y un pañuelo. Tuve que disfrazarme todas las veces que visité la embajada de Estados Unidos en Qatar”, dijo una de las entrevistadas.

“En el aeropuerto, antes de saludarte, te retiran tu pasaporte y te hacen saber que todos tus movimientos serán controlados”, comentó otro de los isleños, que se identificó como “Alexis”.

“Te hacen consciente de que eres simplemente una pieza de ajedrez y que serás movido a su antojo. El día que no les sirvas a sus principios serás desechado. Te sientes extremadamente utilizado”, añadió.

“Hice cuatro visitas a la embajada estadounidense, todas de incógnito, con los celulares apagados y con un nivel de estrés muy alto”, relató el cubano.

“Usaba sombrillas, gorras y todo lo que pudiera complicar mi reconocimiento. La embajada está a unos 300 metros de una autopista, en un espacio llano en el que no hay nada. Tienes que atravesarlo y se decía que había personas de la seguridad del Estado cubano por los alrededores fotografiando a quien entraba y salía”, señaló.

El tercero, Rolando, señaló: “Luego de unos meses me avisaron de que mi solicitud había sido aprobada. Pero como yo no tenía mi pasaporte tuve que esperar hasta que me llegara mi tiempo de vacaciones a Cuba”.

“Una vez en Holanda y con visa en mano, pude comprar un billete para Miami”, señaló, mientras añadió que le tomó por lo menos dos años mientras se decidía y llevaba a cabo su plan. 

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