Ciertos grupos de trabajadores, como los trabajadores por cuenta propia y los de la economía del trabajo, están obteniendo una parte cada vez mayor de los beneficios por desempleo en relación con otros.

Según los datos más recientes del Departamento de Trabajo, alrededor de 12.9 millones de estadounidenses están recaudando beneficios de desempleo a través del programa de Asistencia de desempleo pandémico.

Ese programa, creado por la ley federal de alivio de la Ley CARES promulgada en marzo, extiende los beneficios por desempleo a algunos trabajadores que anteriormente no eran elegibles para los beneficios por desempleo tradicionalmente ofrecidos por los estados.

Estos incluyen los trabajadores independientes, contratistas independientes, trabajadores de la economía del trabajo, aquellos con historial laboral reciente limitado y aquellos que buscan trabajo a tiempo parcial, entre otros.

Que tantos estadounidenses están recibiendo ayuda a través de este nuevo programa federal sugiere que el sistema debería modificarse para proporcionar beneficios de desempleo a estos trabajadores incluso en tiempos normales, dicen algunos expertos.

"Si creemos que el seguro de desempleo es una buena idea, ¿por qué excluirías el trabajo que ahora es característico de tantos empleos?" preguntó Eric Groshen, asesor principal de economía laboral en la Universidad de Cornell y ex comisionado de la Oficina de Estadísticas Laborales.

Según los datos más recientes del Departamento de Trabajo, los trabajadores que cobraron beneficios a través del programa PUA representaron alrededor del 41% de los 31.5 millones de beneficiarios totales de beneficios de desempleo en todo el país al 13 de junio.

Eso es un poco más de un tercio del mes anterior.

Estos trabajadores generalmente pueden obtener beneficios por hasta 39 semanas, hasta el final del año. Al igual que otros grupos de trabajadores, reciben un suplemento adicional de $ 600 por semana hasta el 31 de julio.

El aumento de la participación se debe en parte a los reclamos de beneficios estatales tradicionales de desempleo que se nivelaron después de un aumento precipitado en los últimos tres meses, después de que los cierres de negocios obligatorios por el estado condujeron a despidos masivos y licencias.

Unos 17.6 millones de estadounidenses estaban cobrando beneficios estatales regulares a partir del 13 de junio, una disminución de aproximadamente 778,000 con respecto a la semana anterior.

Muchas empresas recordaron que los trabajadores despedidos volvieron a sus puestos de trabajo a medida que las economías estatales comenzaron a reabrir. También pueden haber recibido dinero de préstamos federales a través del Programa de protección de cheques de pago que ofrece incentivos para volver a contratar a los trabajadores.

Estas dinámicas habrían ayudado en gran medida a aquellos con acuerdos de empleo tradicionales, en lugar de trabajadores como los contratistas independientes y autónomos, a salir de las filas de los beneficios de desempleo, dijo Groshen.

Mientras tanto, el número de receptores de PUA ha aumentado, con un aumento de alrededor de 1,7 millones de personas entre el 6 y el 13 de junio, según el Departamento de Trabajo.

Muchos estados tuvieron dificultades para poner en marcha sus programas PUA en medio de un diluvio de solicitudes de desempleo en las primeras semanas de la pandemia, dijo Stephen Woodbury, economista laboral de la Universidad Estatal de Michigan.

"El programa PUA generalmente tuvo un comienzo lento", dijo.

Un gran número de estados no han reportado sus números de destinatarios semanales de PUA al Departamento de Trabajo. Incluyen Florida, Georgia, New Hampshire, Oklahoma y West Virginia.

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