Un cubano de a pie ha relatado su impotencia, en medio de la crisis económica agravada vio cómo un chofer del transporte estatal que supuestamente debe colaborar con el pueblo, se hizo el de la vista gorda y dejó una parada llena de personas.

Antonio Rodríguez Salvador, ha relatado su impotencia que se ha hecho viral en las redes sociales:

Hoy tuve una tarde infernal: tres horas en la terminal de Sancti Spíritus para viajar a Jatibonico. Pudo no ser así, pero la indolencia la hizo posible. Sobre las tres y media de la tarde allí había un centenar de personas cansadas de esperar, cuando de pronto apareció semivacío uno de los llamados camellos, que durante años fueron alivio del transporte público en La Habana. Ahí nos vamos todos y sobra carro, dijo alguien, pero no.

Falsa alarma.

El remolque pertenecía a las Fuerzas Armadas y desde la ventanilla un oficial dijo que solo recogerían a los que fueran directo a Ciego de Ávila. Mire, le dije yo, la mayoría va para Jatibonico. Hay mujeres y niños, aquí llevamos horas. No se para en Jatibonico, respondió.
Tozudo como soy, volví a preguntar Y por qué no puede llevar a las personas de Jatibonico. Porque no voy a llevar incómodos a los soldados que vienen de pase, respondió y volteó la cara para dar por cerrado del asunto.

Sucede, sin embargo, que ya avisé lo tozudo que soy y entonces le dije: Así que el presidente Díaz-Canel da el ejemplo y recoge pasajeros en la calle y usted no puede hacerlo. Acaso Diaz-Canel no va también incómodo.

Silencio del oficial. Entonces volví a la carga: Me puede decir usted que pueblo defiende como oficial, qué es para usted pensar como país. Y entonces llegó la tapa del pomo. El llamado amarillo que observaba mi conversación, me interrumpió y me gritó: Aquí no me venga con eso de pensar como país, y le hizo señas al chofer para que partiera.

Y allí me quedé yo mirando toda aquella gente, para quien de pronto un representante de la autoridad echaba tanto por tierra. No me dio tiempo a tomar la foto del remolque, pero tengo su chapa F 001262. Y también tengo la foto de ese para quien no hay que pensar como país, justo cuando más falta hace.

La historia de este hombre es una de tantas que denota la falta de sensibilidad y solidaridad de muchachas personas en la isla, sobre todo de las que se acomodan en algún puesto que les da cierta protección por encima de la media y acceso a beneficios que son carencias para otros.

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