Carlos Amel Oliva, un joven activista y líder de la Unión Patriótica de Cuba, UNPACU, una de las organizaciones opositoras con más reconocimiento dentro y fuera de la isla, se refugió la semana pasada en Estados Unidos.

El hecho ocurrió después de que Oliva recibiera “presiones de la Seguridad del Estado” y existieran diferencias internas en el movimiento, según comentó a el Nuevo Herald.

“Salimos en el último avión que partió de La Habana con destino a Miami. Ha sido la decisión más difícil de nuestras vidas”, señaló Oliva, quien viajó al sur de la Florida en compañía de su esposa, Katherine Mojena, sus dos hijos y su hermano.

“Tomé la decisión de salir al exilio en enero, durante una detención donde agentes de la Seguridad del Estado amenazaron con encarcelar a mi madre y a mi esposa” dijo Oliva. “Me dijeron que ellas terminarían como la dama de blanco Xiomara Cruz Miranda”, refirió.

Por otro lado, explicó que las amenazas ocurrieron “en el contexto de la injusta y arbitraria detención de José Daniel”, indicó Oliva.

“La tensión, la impotencia y el aprecio que le tenemos a José Daniel generó de forma circunstancial ciertas fricciones. No siento rencor, pero debo decir que todo aquello era más difícil que todas las situaciones represivas que había enfrentado”, añadió, sin ofrecer detalles.

“No era ético para mí bajar el perfil y quedarme en Cuba sentado en mi casa haciendo de vez en cuando alguna publicación después de ocho años de lucha en primera fila, no era negociable mantenerme al frente de UNPACU haciéndome el bravucón con el beneplácito de la dictadura”, aseguró.

Recomendado para ti