La madrugada del sábado 19 de julio falleció en Matanzas el pequeño Roberto Carlos Suárez Machado, de apenas dos años de edad, víctima de lo que se presume fue un caso extremo de maltrato infantil. La principal sospechosa es su madre, Amarilys Machado, de 18 años, quien se encuentra detenida junto a su pareja en el marco de una investigación criminal que ha estremecido a toda Cuba.

El menor fue ingresado en estado crítico el pasado miércoles en el hospital pediátrico provincial Eliseo Noel Caamaño, luego de que una vecina notara su estado de letargo y apariencia preocupante. Aunque la madre inicialmente se negó a buscar atención médica, finalmente accedió por insistencia de la vecina.

Según la doctora Anaelis Santana Álvarez, directora del centro médico, el niño llegó con signos evidentes de violencia: hematomas, fiebre, dificultad respiratoria y somnolencia profunda. Fue ingresado de inmediato en terapia intensiva, donde se le diagnosticó un posible shock séptico. No obstante, los estudios de imagen revelaron perforaciones abdominales que requerían cirugía urgente.

Durante la intervención quirúrgica, los médicos descubrieron múltiples daños internos, incluyendo desprendimiento de órganos vitales. A pesar de los esfuerzos médicos, Roberto Carlos no logró estabilizarse y falleció a las 6:05 a.m. del sábado.

El caso fue notificado de inmediato al departamento de atención a menores del Ministerio del Interior (MININT), quienes se presentaron en el hospital para iniciar la investigación. Las primeras indagaciones apuntan directamente a la madre como la autora de la agresión, aunque su pareja también está detenida en calidad de sospechoso.

Vecinos del reparto El Naranjal, donde ocurrió el hecho, se mostraron consternados y furiosos. Algunos reaccionaron arrojando piedras contra la vivienda de la joven madre. “Era su príncipe… y ya no está”, lamentó una residente entre lágrimas. Otros usuarios en redes sociales han exigido justicia, reclamando una condena ejemplar: “Los animales cuidan a sus hijos con su vida. ¿Cómo es posible que un ser humano haga esto?”, escribió una usuaria.

La muerte del niño coincide con la reciente aprobación, apenas un día antes, del nuevo Código de la Niñez, Adolescencia y Juventudes por parte del Parlamento cubano. Esta legislación establece como principios fundamentales la protección integral de los menores frente a cualquier forma de violencia, negligencia o explotación. Sin embargo, la tragedia ha reabierto el debate sobre la efectividad de los mecanismos institucionales para detectar y prevenir estos casos antes de que sea demasiado tarde.

El padre biológico del menor, quien reside en México, aún no se ha pronunciado públicamente sobre el crimen. Mientras tanto, la comunidad, la opinión pública y diversas organizaciones piden una investigación exhaustiva y una respuesta judicial contundente.

Fuente: La Tijera

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