Un avión de American Airlines que despegó este viernes del aeropuerto LaGuardia (LGA) en Nueva York con destino a Charlotte, Carolina del Norte, se vio forzado a realizar un aterrizaje no programado en el Aeropuerto Internacional JFK tras un impacto con un ave que dañó uno de sus motores.
El vuelo 1722, que despegó alrededor de las 7:20 p.m., enfrentó la emergencia poco después de pasar la costa de Long Island. Según imágenes captadas por un pasajero, el motor derecho del Airbus A321 quedó inutilizable tras succionar al ave, lo que generó una explosión visible.
Aunque la aeronave continuó en vuelo con su motor operativo, el piloto decidió aterrizar en JFK como medida de precaución. Afortunadamente, no se registraron heridos, y los pasajeros fueron reubicados en otro vuelo para continuar su trayecto.
“Fue un momento aterrador. Vi las llamas y pensé lo peor”, relató Amy Stamper, una pasajera de Tennessee.
Este incidente se suma a otros casos de colisiones entre aves y aeronaves en la zona. El más recordado fue el “Milagro en el Hudson” en 2009, cuando un avión de US Airways tuvo que amerizar tras un impacto con gansos que afectó ambos motores.
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