Escombros del antiguo restaurante Moscú, en la esquina de 23 y P en el Vedado, se desplomaron sobre el paso peatonal que las autoridades de La Habana instalaron para facilitar la demolición del inmueble, que fuera devastado por un voraz incendio a finales de la década de los 80.
“Se desploma la esquina de 23 del Moscú. Algo salió mal y los escombros aplastaron el paso techado para peatones levantado en la calle con la intención de proteger de esos riesgos”, dice la página Cuba Accidentes Impactantes en Facebook.
El usuario Orlando Reyes también compartió la fotografía. Algunos usuarios recordaron que el edificio se encuentra sometido actualmente a un proceso de demolición. Si embargo, las imágenes muestran que los escombros cayeron sobre el muro metálico perimetral y cubrieron parte de la calle por donde deben cruzar los transeúntes.
“(…) Gracias a la revolución nuestro país se destruye poco a poco y eso es una verdad que se ve desde cualquier parte del mundo es una lástima tan bella que la dejó Batista”, comentó un internauta, contrastando el deplorable estado actual de la capital cubana con el que mostraba antes de la revolución de Fidel Castro.
“Dios divino ¿pero no queda ya nadie con cerebro en cuba como para planear y organizar correctamente la zona de un derrumbe? ¿No hay nadie responsable que diseñe algo seguro para la población en estos casos?”, cuestiona otro.
Según Reyes, no hubo ningún lesionado por el incidente. Las labores de demolición del emblemático edificio, que antes de acoger al restaurante Moscú fue sede del reconocido cabaret Montmartre, comenzaron en el pasado mes de marzo.
Según diversas publicaciones, incluyendo medios oficialistas, posiblemente la intención es levantar una instalación turística en la céntrica ubicación capitalina de La Rampa. “El edificio del cabaret Montmartre, que durante años fuera el popular restaurante Moscú, ha comenzado a pasar a la historia arquitectónica de la ciudad a golpes de picota mecánica”, expuso en redes sociales el profesor de la Universidad de La Habana, Reinaldo Manuel Sánchez.
Asimismo, el profesor y crítico de cine Gustavo Arcos habló de “una misteriosa conexión cósmica” acerca de las circunstancias en que comenzaba a derribarse la construcción, que permaneció en total abandono luego del arrasador incendio.
Ubicado en la Calle P entre Humboldt y 23, una de las direcciones más transitadas de La Habana, el inmueble fue devorado por las llamas en 1989. Durante los años en que funcionó como restaurante, adquirió gran popularidad, convirtiéndose en un lugar de asiduas visitas. Al local lo caracterizaba su llamativa decoración, así como la calidad y variedad de la oferta gastronómica y el servicio.
En febrero, medios oficialistas indicaron que el proceso de desmantelar el edificio abarcaría cinco meses a partir de ese entonces. Jorge Luis Rodríguez, inversionista del proyecto, declaró que estaban concluyendo la etapa de preparación técnica para demoler la construcción.
La señalización de “Hotel en Construcción” cerca del edificio, para muchos significó el fin de las dudas sobre el futuro del mismo. Las autoridades cerraron las calles que rodeaban el inmueble para empezar la demolición.
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