Han pasado casi tres meses desde que un cubano decidió iniciar su negocio de tamales y frituritas de maíz o ‘elotes cubanos’, como las han bautizado los juarenses. Su nombre es Agustín Duvergel y ya tiene una segunda sucursal.

Este antillano, con su emprendimiento, genera al menos cuatro empleos y ya planea abrir una academia de baile en el Centro de la ciudad.

“Yo me quedo ya; en Juárez me han tratado bien, súper bien, me siento bien en Juárez”, dijo el isleño que celebró ayer el Día Internacional del Migrante en tanto buscaba su regularización migratoria en México para quedarse en esta frontera, tras dejar a un lado el llamado “sueño americano”.

Agustín tiene 48 años de edad, es de La Habana, Cuba, “es uno de los más de 18 mil extranjeros hispanoparlantes que han sido retornados de Estados Unidos bajo el programa Permanecer en México, dentro de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP) para que esperen en Ciudad Juárez su proceso de asilo político”, señala la prensa local.

“Al pueblo le ha gustado mucho, el elotico, como dicen ellos; los eloticos son frituritas de maíz, les han gustado mucho al pueblo y les queremos decir que nos mantenemos aquí frente a Coppel, seguimos con el negocito, vamos a seguir con frío o con lluvia, como quiera vamos a seguir todos los días aquí. Tenemos otra sucursal en el Mercado Cuauhtémoc”, agregó quien abrió otro punto de venta en la calle La Paz.

“Seguimos acá, le decimos al pueblo que no se queden en la casa, que vengan a comer las frituritas, que la primera sigue siendo gratis, siempre para que el pueblo sepa que la calidad es aquí con nosotros”, argumentó.

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